Putin anunció que "las firmas rusas pueden aportar 4.000 millones de dólares en inversiones" para la reconstrucción de Irak a cambio de contratos en esa restauración de las infraestructuras y sistemas energéticos iraquíes. Poco después, Al Hakim señalaba que el Kremlin promete renegociar el pago de la deuda (hasta reducirla a 3.500 millones de dólares) si se conceden sustanciosos contratos de reconstrucción a las empresas rusas.
Un ofrecimiento "vinculado" a los intereses rusos en Irak
"Hemos recibido la promesa, muy generosa, por cierto, de que se perdonará parte de nuestra deuda" y, "en contrapartida, Irak está abierto a todas las compañías rusas para que desplieguen sus actividades en su territorio", dijo. Además, explicó, "si las firmas rusas reciben en Irak contratos, entonces habrá una oportunidad de ampliar esta revisión de la deuda contraída con Moscú". Fuentes del Kremlin subrayaron a la agencia Interfax que el perdón de la deuda iraquí "está estrechamente vinculado" al respeto de los intereses rusos en Irak.
Entre esos contratos anteriores a la guerra figura la explotación del yacimiento petrolífero Qurna-2 Oeste, con reservas cercanas a los 20.000 millones de barriles. No obstante, puesto que la decisión final sobre éste y otros espacios de interés económico ruso en Irak podría depender de EEUU, Putin amplió su disposición a participar en la reconstrucción iraquí al terreno político. Al Hakim subrayó la importancia de la aportación de Rusia, que, "como uno de los miembros más importantes del Consejo de Seguridad de la ONU, puede prestar una ayuda real al pueblo iraquí en varias direcciones, en concreto en la arena internacional".