LD (EFE) En una entrevista concedida al periódico Vremia Novostei, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexandr Losikov, ha dicho que el régimen comunista de Pyongyang ya congeló sus instalaciones nucleares y permitió que las inspeccionen expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), pero enfatizó que "su destrucción no está nada clara".
Losiukov dijo que "este asunto supone una 'línea roja' que será muy difícil conseguir que crucen los norcoreanos. Y si no lo hacen, pierde todo su sentido el proceso de negociaciones a seis bandas". En su opinión, Pyongyang abrirá "un debate sobre cómo interpretar su compromiso de poner las instalaciones atómicas norcoreanas en 'estado no apto para el funcionamiento'".
En alusión a eventuales nuevas demandas de ayuda energética y económica por parte de Corea del Norte, consideró que todo "será un juego con otras apuestas. Los norcoreanos declararon que construyeron su central atómica para generar electricidad, y ¿dónde la van a conseguir si el reactor es destruido?". Añadió que el mensaje de las autoridades norcoreanas a sus interlocutores en las negociaciones a seis (EEUU, China, Rusia, Japón y ambas Coreas) es que cumplan la promesa de construir en su país un reactor nuclear a cambio de que el régimen estalinista desvele todos sus programas atómicos y renuncie a ellos.
Rusia anunció la semana pasada que en noviembre próximo hará el primer envío de combustible con destino a Corea del Norte como parte del acuerdo multipartito de compensaciones a cambio de la desmantelación de las instalaciones nucleares. El mismo Losiukov describió ese suministro como "contribución" de los países implicados en las negociaciones multipartitas para la desnuclearización coreana.