LD (EFE) El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia anunció que para poner fin a décadas de disputas territoriales, el Gobierno devolverá a China el control de varios territorios fronterizos. En concreto, los guardias chinos controlarán el islote Tarabarov y la mitad de la isla Bolshoi (Gran) Ussuriyski, en el río Amur, cerca de Jabarovsk, así como el islote Bolshoi, en el río Argun, en la región de Chita.
El ministerio indicó en un comunicado de prensa que "de esta forma entra en vigor el protocolo adicional sobre la descripción de la parte oriental de la frontera ruso-china, del 21 de julio de 2008, lo que significa el fin de la delimitación y demarcación de toda la frontera común". Los dos países comparten una frontera de 4.345 kilómetros.
Las ceremonias oficiales de entrega de control se realizó cerca de Jabarovsk y en la isla Bolshoi Ussuriyski, por la que pasa a partir de ahora este sector de la frontera y donde fueron instalados nuevos postes fronterizos. El traspaso de estos territorios, de un total de unos trescientos kilómetros cuadrados, incluidos 174 en Tarabarov y Bolshoi Ussuriyski, tuvo lugar justo cuatro años después de la firma del respectivo acuerdo por los dirigentes de ambos países en Pekín.