LD (Agencias) Los equipos de rescate rusos han encontrado los restos del avión TU-154, de la compañía Sibir, a unos nueve kilómetros al sur de la localidad de Gluboki, en la región de Rostov, al sur de Rusia. Con 52 personas a bordo, el aparato había despegado del aeropuerto moscovita de Domodedovo con rumbo a Socho, en las costas del Mar Negro.
Los expertos en la zona de caída no han encontrado pruebas que apunten hacia la hipótesis de un atentado terroristas. Serguéi Ignatchenko, jefe del servicio de prensa del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB), declaró que "de acuerdo a las conclusiones preliminares de los grupos de investigación que trabajan en el lugar de la caída de los aparatos, no se hallaron huellas de atentados terroristas o explosiones". Añadió que "se estudian varias versiones", entre ellas la posibilidad de secuestro.
Varias agencias rusas de información han afirmado que antes de que el TU-154 desapareciera de los radares de los controladores aéreos, emitió una señal de peligro y no de secuestro como se había informado con anterioridad. La agencia Ria-Novosti afirma que los responsables de la aviación civil no recibieron de ninguno de los dos aviones una alerta sobre una posible operación terrorista a bordo.
El TU-154 desapareció de los radares a las a las 22.59, hora local rusa, con 44 pasajeros y ocho tripulantes a bordo. Dos minutos antes, a unos 300 kilómetros al sur de Moscú otro avión, un Tu-134, con 34 pasajeros y ocho tripulantes a bordo según una versiones y nueve, según otras, que volaba desde la capital rusa con rumbo a Volgogrado. Equipos de rescate peinan la región de Tula en busca de los restos del segundo aparato
El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó al Servicio Federal de Seguridad (antigua KGB) investigar los ocurrido, reforzando así las sospechas sobre posibles atentados terroristas a unos días de que se celebren el próximo domingo elecciones presidenciales en la separatista república de Chechenia. Por ello y tras la catástrofe, en todos los aeropuertos de Rusia se reforzaron las medidas de seguridad.
Destaca que ambos aparatos habían despegado de Domodédovo, uno de los cuatro aeropuertos de la capital rusa, donde horas antes se había registrado una explosión en una parada de autobús cercana.