L D (EFE) RSF instó a la comunidad internacional a que pida que Irán dé marcha atrás y "no ejecute a esos dos hombres que no han hecho más que ejercer su derecho a informar a sus conciudadanos".
"Irán se está convirtiendo en una de las mayores prisiones del mundo para los profesionales de la información", subrayó la organización en un comunicado.
Consideró que las sentencias a muerte contra Adnan Hassanpour y Abdolvahed "Hiva" Botimar muestran el poco respeto de Teherán por el derecho humanitario, pero también "su voluntad de hacer callar, por todos los medios, a los periodistas más críticos y a los defensores de los derechos humanos".
Hassanpour, que se ocupaba de la cuestión sensible del Kurdistán iraní en la revista Asou, prohibida desde agosto de 2005, y Botimar, que también colaboraba en la misma publicación, fueron condenados el lunes de la semana pasada por el Tribunal de la Revolución de Marivan.
Los jueces de esta ciudad del Kurdistán iraní, que los juzgaron a puerta cerrada, consideraron al primero culpable de "actividades subversivas contra la seguridad nacional" y de "espionaje".
Durante el proceso fueron utilizados en su contra entrevistas que había concedido a medios de comunicación extranjeros, como The Voice of America.
Según sus familiares y uno de sus abogados, Hassanpour fue trasladado el miércoles a la prisión de Sanandaj.
RSF alertó también del arresto el pasado sábado de otro periodista, Ako Kurdnasab, por agentes de los servicios de información en la sede del semanario Karfto en Sanandaj, la capital del Kurdistán iraní.
Kurdnasab ha sido conducido a la prisión del Ministerio de Información después de haber sido acusado de unos cargos que se desconocen.
Con él son ocho los periodistas encarcelados en Irán y, según los registros de RSF, eso hace de éste uno de los diez países "más represivos en materia de libertad de prensa".
"Irán se está convirtiendo en una de las mayores prisiones del mundo para los profesionales de la información", subrayó la organización en un comunicado.
Consideró que las sentencias a muerte contra Adnan Hassanpour y Abdolvahed "Hiva" Botimar muestran el poco respeto de Teherán por el derecho humanitario, pero también "su voluntad de hacer callar, por todos los medios, a los periodistas más críticos y a los defensores de los derechos humanos".
Hassanpour, que se ocupaba de la cuestión sensible del Kurdistán iraní en la revista Asou, prohibida desde agosto de 2005, y Botimar, que también colaboraba en la misma publicación, fueron condenados el lunes de la semana pasada por el Tribunal de la Revolución de Marivan.
Los jueces de esta ciudad del Kurdistán iraní, que los juzgaron a puerta cerrada, consideraron al primero culpable de "actividades subversivas contra la seguridad nacional" y de "espionaje".
Durante el proceso fueron utilizados en su contra entrevistas que había concedido a medios de comunicación extranjeros, como The Voice of America.
Según sus familiares y uno de sus abogados, Hassanpour fue trasladado el miércoles a la prisión de Sanandaj.
RSF alertó también del arresto el pasado sábado de otro periodista, Ako Kurdnasab, por agentes de los servicios de información en la sede del semanario Karfto en Sanandaj, la capital del Kurdistán iraní.
Kurdnasab ha sido conducido a la prisión del Ministerio de Información después de haber sido acusado de unos cargos que se desconocen.
Con él son ocho los periodistas encarcelados en Irán y, según los registros de RSF, eso hace de éste uno de los diez países "más represivos en materia de libertad de prensa".
