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Reporteros sin Fronteras afirma que Francia pagó doce millones de dólares por Florence Aubenas

La organización Reporteros sin Fronteras ha señalado que el Gobierno de Francia pagó un rescate millonario a los terroristas iraquíes que mantuvieron secuestrados 157 días a la periodista Florence Aubenas y a su guía, Husein Hanoun. El ministros de Asuntos Exteriores galo, Michel Barnier, ha declarado que no se cubrió ninguna exigencia de rescate. Este martes, el periódico parisino Liberation, para el que trabaja Aubenas, publica una crónica en la que se deja entre ver el pago millonario.

LD (Agencias) En una entrevista concedida al servicio informativo de Canal Plus francés, el secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF), Robert Ménard, ha declarado que "no me sorprende en absoluto que se pague un rescate" por parte del Gobierno francés por la periodista Florence Aubenas y su guía iraquí, Husein Hanoun.
 
Días después de que Florence Aubenas fuera puesta en libertad tras 157 días de secuestro, varios altos cargos de la administración del presidente Jacques Chirac han reiterado que no se pagó ningún rescate. Sin embargo, Ménard no ha sido el primero en afirmar que los terroristas recibieron un pago de al menos doce millones de dólares.
 
Ménard declaraba que el Gobierno francés "no va a decir `hemos dado cosas a gentes más bien moderadas´" aunque, dijo, "claro que hubo contrapartidas, pues sino no estarían ahí" Florence Aubenas e Husein Hanoun. Añadió que "todo el mundo sabe que no es verdad" cuando el ex ministro de Asuntos Exteriores, Michel Barnier, dice que no hubo rescate. "Es su papel decir que no lo hubo", concluyó.
 
Este martes, el periódico Liberation, para el que trabaja Aubenas, publica una crónica en la que descubren unas "oscuras relaciones" entre un ciudadano franco-tunecino y otro franco-iraquí que habrían mantenido contacto con los secuestradores y con los representantes de París desplazados a Irak para hacer frente a la crisis. En medio de las supuestas negociaciones habría estado el diputado conservador Didier Julia que se habría extralimitado en sus funciones al presentarse como único intermediario capaz de negociar la liberación. El legislador llevó a cabo el pasado otoño un controvertido y fracasado intento para obtener la liberación de dos periodistas franceses, Christian Chesnot y Georges Malbrunot, quien fueron liberados en diciembre, tras más de cuatro meses de secuestro en manos del "Ejército Islámico en Irak".
 
Según las declaraciones del traductor y guía de Aubenas, Husein Hanoun, los secuestradores les mantuvieron junto a los periodistas rumanos liberados hace semanas. Esa versión desmiente la que Florence ofreció a la prensa tras su llegada a Francia, es decir, las consignas de los servicios secretos franceses para mantener en secreto todo el procedimiento que París realizó para lograr la liberación. La posibilidad del pago de doce millones de dólares a los terroristas ha llevado al portavoz oficial del PS, Annick Lepetit, a declarar que "tras la gran alegría nacional, ha llegado el momento de las explicaciones. Deseamos saber cómo han funcionado la diplomacia, cuáles han sido las contrapartidas de la liberación".
 
Dos sortijas y un frasco de perfume
 
En Liberation, Aubenas narra que sus secuestradores le regalaron dos sortijas y un frasco de perfume horas antes de liberarla el pasado sábado. "Un guardián me dijo:'hemos preparado regalos para ti'. Me ofrecieron dos sortijas y un frasco de perfume. Tras haber vivido en cuclillas y en la oscuridad durante semanas, nos ofrecieron dos sillas. Era la primera vez que me sentaba desde el cinco de enero", relató la periodista.
 
Aubenas asegura que tras salir por última vez del subterráneo en el que permanecieron ocultos durante cinco meses, los secuestradores les ofrecieron té y pollo asado, "como a invitados". Bautizados por los secuestradores como "número cinco y número seis", los dos rehenes estuvieron 157 días secuestrados. Recuerda que "me decían: 'Seréis liberados en una semana'. Es algo que permanentemente tenía en mi cabeza y que sin parar se retrasaba".
 
El pasado sábado, los secuestradores le explicaron a Aubenas que para sortear los puntos de control estadounidenses e iraquíes dirían que ella era periodista y Hussein su chófer, y que mostraría su verdadera documentación. Sin embargo, a lo largo del día el plan cambió y la periodista tuvo que hacerse pasar por la esposa de Hussein y llevar el rostro tapado. "Si alguien te habla te pones a llorar, diremos que tienes una depresión", le ordenaron. Finalmente le hicieron bajar del coche y, cuando alguien le destapó los ojos, resultó ser un oficial francés que le dijo: "se acabó".

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