LD (EFE) El primer ministro Carlos Ferrero y uno de los ministros más populares en Perú, el de Vivienda, Carlos Bruce, el único que acompañaba al presidente Alejandro Toledo desde que llegó al poder en julio de 2001, han presentado su renuncia después de que Fernando Olivera, embajador en España, fuera nombrado nuevo canciller. Ante la crisis desatada, enseguida el presidente Toledo pidió la renuncia de todo el gabinete.
En una corta alocución pública, Toledo señaló que esta remodelación ministerial es para dejar libres a los que quieran presentarse como congresistas en las elecciones de 2006. El gobernante peruano omitió comentar las dimisiones. Horas antes, Olivera tomaba posesión de su cargo como ministro de Relaciones Exteriores.
El nombramiento de Olivera destapó la caja de los truenos en el panorama político peruano, al punto que el secretario general del opositor Partido Aprista, Jorge del Castillo, dijo que "Toledo no necesita oposición porque siempre se dispara al pie". Señaló que con la renuncia del gabinete ministerial "el país entra a una crisis política grave; Toledo no calculó los peligrosos riesgos de su decisión".