LD (EFE) El periódico londinense The Guardian informa en su última edición de que el Gobierno británico pedirá a Rusia la extradición de un empresario ruso para ser juzgado por el asesinato del ex espía ruso Alexander Litvinenko, envenenado en Londres con una dosis de polonio 210.
De acuerdo con fuentes oficiales citadas por el periódico británico, "Scotland Yard" entregará a la Fiscalía de la Corona un informe en el que indica que hay pruebas suficientes contra Andrei Lugovoi para que éste pueda ser procesado. Lugovoi, de 41 años, ex guardaespaldas de la KGB, fue una de las personas interrogadas por detectives británicos visitaron el mes pasado Moscú para investigar el caso Litvinenko.
Alexandr Litvinenko, ex coronel del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB), murió el pasado veintitrés de noviembre en el hospital University College de Londres por una alta dosis de polonio-210. El antiguo espía enfermó el primero de noviembre de 2006, el día en que se reunió con Lugovoi y otro ciudadano ruso, Dimitri Kovtum, en el hotel Millenium de Londres, donde las fuerzas del orden han detectado rastros de radiación con polonio-210.
Lugovoi ha negado en varias ocasiones cualquier participación en el asesinato de Litvinenko, quien vivía con su familia en Londres y las autoridades le habían concedido la nacionalidad británica. "No soy culpable. No tengo nada que ver con la muerte de Litvinenko", afirmó el empresario a The Guardian, y añadió que no está al tanto de que Scotland Yard vaya a pedir su extradición.
Según el periódico, funcionarios británicos creen que hay una disposición de Moscú para alcanzar un acuerdo por el que podría entregar a Lugovoi a cambio de la extradición de Berezovsky. El multimillonario ruso hizo una fortuna calculada en ochocientos millones de libras (unos 1.216 millones de euros) durante las privatizaciones en Rusia en la década de los años noventa del siglo pasado, pero huyó al Reino Unido a raíz de un enfrentamiento con Putin.