LD (EFE) El vicepresidente sudanés, Ali Osman Mohammed Taha, y el líder del Ejército Popular de Liberación de Sudán (EPLS), John Garang, sellaron con su firma tres protocolos que resuelven los únicos asuntos pendientes para cerrar un conflicto que, desde 1983, se ha cobrado la vida de más de dos millones de personas.
La firma tuvo lugar en la sede de las negociaciones, la ciudad keniana de Naivasha, a noventa kilómetros de Nairobi. El acuerdo es un compromiso sobre las fórmulas para compartir el poder político, y otros dos referidos el estatus y administración de Abyeu, las montañas de Nuba y el Nilo Azul, tres regiones entre el norte y el sur del país en disputa por ambas partes.
El nuevo acuerdo marco se suma a otros tres importantes compromisos logrados a lo largo de dos años de negociaciones y, tras su consecución, sólo resta redactar un acuerdo global que incluya los detalles y aspectos técnicos de todo lo pactado, y que, según los mediadores, podría estar listo a mediados de julio. La tarea correrá a cargo de abogados y expertos, quienes también deberán redactar una declaración de alto el fuego definitiva, cuyo cumplimiento será supervisado por la comunidad internacional.