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Rebeldes haitianos cierran el cerco sobre Puerto Príncipe al tomar la tercera ciudad en importancia

La ciudad haitiana de Cayes, en el sur del país y considerada la tercera en importancia, ha sido tomada por opositores que de esta manera cierran el cerco sobre Puerto Príncipe. En medio de la crisis, la embajada de Francia denunció ataques de civiles armados contra franceses y haitianos. En respuesta a la presión internacional, el presidente Jean-Bertrand Aristide ha reiterado que dejará el poder el 7 de febrero de 2006.

LD (Agencias) La ciudad haitiana de Cayes, al sur y tercera del país con 125.000 habitantes, se encuentra bajo el control de opositores armados agrupados en la llamada "Resistencia Base".
 
Varios residentes de Cayes incendiaron la abandonada comisaría de Policía local, tal y como han hecho los rebeldes antigubernamentales en otras ciudades del norte. Los agentes que estaban en el lugar, alrededor de cinco, habían abandonado horas antes la comisaría, de acuerdo a informes de radio. Después de asaltar el lugar, los desconocidos liberaron a las personas que estaban encarceladas. Posteriormente, se escucharon detonaciones de armas de fuego pero no se informó de víctimas.
 
Los últimos incidentes violentos se han producido en la madrugada de este viernes en los departamentos de Sur y Grande-Anse que hasta ahora se habían librado de la violencia que vive el país desde hace algo más de tres semanas. Poco después, en Fond des Negres, a mitad de camino entre Puerto Príncipe y Les Cayes, otro grupo opositor prendió fuego a la comisaría de la localidad y, según informaciones procedentes de la localidad, al menos dos personas murieron carbonizadas, aunque no se indicó si los fallecidos eran policías. El Gobierno de Aristide ya ha perdido el control de cinco de los nueve departamentos en los que está dividido Haití, aunque realmente parece controlar sólo la capital del país con sus 2,5 millones de habitantes.
 
Atacan a civiles franceses en Puerto Príncipe
 
La embajada de Francia denunció que un grupo de civiles armados atacaron a residentes franceses y haitianos de Martissant, en la periferia sur de Puerto Príncipe. En un comunicado, París recordó a las autoridades haitianas que tienen que "velar por la seguridad de todos" y que "no va a tolerar" que sus ciudadanos sean atacados. Horas antes,  emisoras de radio emitieron llamadas de emergencia en las que denunciaron ataques de civiles armados contra residentes de Martissant. Un miembro de la familia Mangonez, residentes en la zona atacada, dijo, bajo la condición de anonimato, que su residencia fue asaltada por un grupo de individuos armados con fusiles automáticos y que una persona resultó herida de bala. Los atacantes presuntamente dijeron que querían acabar con "opositores del presidente Jean-Bertrand Aristide". Una intervención de la Cruz Roja permitió evacuar a la familia.
 
Sobre las nueve de la noche, hora local, un intenso tiroteo se escuchó en las cercanías de los hoteles donde se encuentran alojados la mayoría de los reporteros extranjeros en la zona de Petión-Ville, en la periferia de Puerto Príncipe.. El acceso a los hoteles quedó cortado desde el anochecer con barricadas. Por otra parte, empleados de Tele-Haití, única cadena de televisión por cable de la capital, abandonaron el edificio de la estación después de que grupos partidarios de Aristide amenazaron con incendiarla.
 
Este viernes, el Gobierno francés, con el apoyo de Canadá y EEUU, pedirá de nueva cuenta al presidente Jean-Bretrand Aristide que deje el cargo para evitar un derramamiento de sangre. La solicitud será tramitada en parís ante una delegación del Gobierno haitiano. Sin embargo y en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense CNN, Aristide dijo: "me irá del Palacio el 7 de febrero de 2006", fecha en que concluye su mandato. Sereno, el mandatario ha vuelto de mostrarse dispuesto a compartir el poder con la oposición y ha reclamado el envío de policías internacionales para luchar contra los "terroristas", como llama a los insurgentes. La Comunidad de países caribeños y la Organización de Estados Americanos han pedido a la ONU el "despliegue urgente" en Haití de una fuerza internacional de 250 policías para restaurar el orden.

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