LD (EFE) Según ha informado este jueves la radio nacional senegalesa, los rebeldes de Costa de Marfil, que controlan el norte y oeste del país, han asegurado que no se desarmarán y que la fecha del quince de octubre para la entrega de sus armas y el acuartelamiento de su personal "no significa nada", mientras haya leyes pendientes de ser debatidas y aprobadas en el Parlamento.
Por su parte, el presidente marfileño, Laurent Gbagbo, condiciona la adopción de las nuevas leyes al inicio del desarme de los ex combatientes. En un discurso televisado el pasado martes, dijo que la modificación del artículo 35 de la ley electoral, el punto de mayor controversia que ha paralizado la puesta en práctica de los acuerdos de paz, será sometido a un referéndum nacional cuando el desarme de los antiguos rebeldes haya comenzado.
Los partidos de oposición, entre ellos Fuerzas Nuevas (FN), que agrupa a los antiguos grupos rebeldes, no aceptan que el artículo 35 sea sometido a la votación popular, sino que exigen que sea debatido en la Asamblea Nacional, "tal como figura en el texto de Marcoussis".