El Partido Popular no se opondrá a la intervención de las tropas españolas en Libia. Así lo ha anunciado Mariano Rajoy en el pleno extraordinario en el Congreso. El popular aseguró que "la decisión la ha tomado Zapatero y nosotros no lo vamos a entorpecer", escudándose así en la Constitución, que establece que la política exterior corresponde al Gobierno.
Refiriéndose de nuevo al líder del Ejecutivo, aseguró que Zapatero "no ha querido faltar a esta cota internacional y quería que estemos en primera línea". De este modo, Mariano Rajoy apeló a la "coherencia" de su formación e indicó que si "el Gobierno cree que es conveniente la intervención, no nos vamos a oponer. Nunca lo hemos hecho".
Sin embargo, pese al aval dado por el PP a la petición del Gobierno, Mariano Rajoy ha comulgado con ruedas de molino puesto que son varios los puntos importantes en los que ha planteado interrogantes y que, sin embargo, no han sido suficiente motivo para retirarle su apoyo.
La primera de estas críticas ha sido la de pedir permiso al Parlamento una vez que ya se ha iniciado la intervención, con cazas españoles sobrevolando Libia. Pero Rajoy tragó con esto y aseguró que "aunque la intervención ya se ha producido no nos vamos a oponer y estorbar".
Del mismo modo, el líder popular no vio nada clara la resolución de la ONU, que consideró muy limitada ya que se basa únicamente en la exclusión aérea y no busca derribar a Gadafi del poder. Recordó que en Bosnia y Kósovo pasó algo similar y se produjo un desastre de enorme magnitudes puesto que ahora tampoco hay permiso para una intervención terrestre.
El papel de la OTAN y de la Liga Árabe también han sido tratados por Rajoy. Las dudas de los países árabes y la división en el seno de la Alianza Atlántica han sido vistas con preocupación por el popular, que agregó que sólo nueve de los 28 países que forman parte de este organismo interviene en Libia. En este mismo punto se encuentra el paso atrás dado por Obama, que anunció que Estados Unidos cederá en "días" el control de la misión. Y el popular quiso resaltar que el conflicto puede ser "largo y enquistado" prolongándose en el tiempo.
Otra de las dudas del partido de la oposición se centra en la descoordinación en el mando de la operación militar. "Sería necesario saber quién ejerce el mando y control ahora y en el futuro", dijo. Sin embargo, insistió en que su partido no se opondrá "por la defensa de la libertad y los derechos humanos".