L D (EFE) "¿Cómo queréis hacer creíble el respeto de los franceses y de las francesas si entre nosotros, en nuestra familia, no se afirma la regla del respeto como un elemento de nuestros valores?", declaró Jean-Pierre Raffarin en la localidad de Coudray-Montceaux a las afueras de París.
El jefe del Gobierno insistió en que "no podemos actuar en la sociedad francesa sin la unidad de nuestra familia". Estas palabras venían a remachar lo que dijo la víspera de que "no hay más que una jerarquía en el Gobierno" y que "el partido mayoritario no puede mantener distancia con el presidente" de la República, Jacques Chirac.
Mensajes dirigidos a Nicolas Sarkozy , que se ha manifestado contrariado por la condición que le ha fijado Chirac para autorizarle a conquistar la presidencia de la UMP en su congreso del próximo mes de noviembre: dejar su puesto en el Gobierno. El titular de Economía, que estuvo el sábado en la primera sesión del consejo nacional del partido, que se celebró a puerta cerrada, volvió este domingo a una jornada que ya estaba abierta a la prensa aunque en principio se había dicho que no acudiría.
En su mensaje ante los dirigentes de la formación en el poder, el ministro más popular del Ejecutivo, cuya rivalidad con Chirac es más que conocida, señaló que está "dispuesto a aceptar todas las reglas con dos condiciones: que sean las mismas para todos y que se fijen antes de empezar la partida". Una forma de decir que otros en el pasado habían acumulado los cargos que ahora no le quieren aceptar a él, como el mismo Chirac, que fue al mismo tiempo líder de su partido, alcalde de París y primer ministro.
Para poner más presión a Sarkozy, el secretario de Estado del Presupuesto, Dominique Bussereau , que aunque depende del ministro de Economía es uno de los más fieles de Raffarin, dijo que probablemente habrá una remodelación del Gobierno tras las elecciones senatoriales del 26 de septiembre. Justificó la pertinencia de esa remodelación porque algunos ministros van a presentarse para obtener un escaño en la cámara alta.
El jefe del Gobierno insistió en que "no podemos actuar en la sociedad francesa sin la unidad de nuestra familia". Estas palabras venían a remachar lo que dijo la víspera de que "no hay más que una jerarquía en el Gobierno" y que "el partido mayoritario no puede mantener distancia con el presidente" de la República, Jacques Chirac.
Mensajes dirigidos a Nicolas Sarkozy , que se ha manifestado contrariado por la condición que le ha fijado Chirac para autorizarle a conquistar la presidencia de la UMP en su congreso del próximo mes de noviembre: dejar su puesto en el Gobierno. El titular de Economía, que estuvo el sábado en la primera sesión del consejo nacional del partido, que se celebró a puerta cerrada, volvió este domingo a una jornada que ya estaba abierta a la prensa aunque en principio se había dicho que no acudiría.
En su mensaje ante los dirigentes de la formación en el poder, el ministro más popular del Ejecutivo, cuya rivalidad con Chirac es más que conocida, señaló que está "dispuesto a aceptar todas las reglas con dos condiciones: que sean las mismas para todos y que se fijen antes de empezar la partida". Una forma de decir que otros en el pasado habían acumulado los cargos que ahora no le quieren aceptar a él, como el mismo Chirac, que fue al mismo tiempo líder de su partido, alcalde de París y primer ministro.
Para poner más presión a Sarkozy, el secretario de Estado del Presupuesto, Dominique Bussereau , que aunque depende del ministro de Economía es uno de los más fieles de Raffarin, dijo que probablemente habrá una remodelación del Gobierno tras las elecciones senatoriales del 26 de septiembre. Justificó la pertinencia de esa remodelación porque algunos ministros van a presentarse para obtener un escaño en la cámara alta.