L D (EFE) En el documento, que ha sido difundido este lunes en Rabat, se afirma que el referéndum de autodeterminación del Sahara Occidental es “inaplicable”, y que la única solución al contencioso pasa por un "estatuto de autonomía negociado y aprobado" por la población del territorio, cuya soberanía quedaría en manos de Marruecos.
Uno de los apartados está dedicado a la "responsabilidad" de Argelia en el conflicto. En él, el régimen de Rabat acusa ésta de obstaculizar "sistemáticamente" lo que entiende por proceso de regularización de la "integridad territorial" marroquí.
"La implicación de Argelia en la cuestión del Sahara ha adoptado desde 1973 formas múltiples y variadas: intervención militar, apoyo logístico y financiero (al Frente Polisario), movilización y encuadramiento diplomático (e) incumplimiento del derecho internacional humanitario", sostiene el texto.
Rabat critica a Argel por “apoyar y albergar en su suelo (Tinduf) al Polisario”, así como por haber “apadrinado” la creación (1976) de una “pseudo república”, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD); esa “entidad ficticia” que “no dispone de ningún atributo de Estado soberano” en cuyo beneficio se ha movilizado “enérgicamente” la diplomacia argelina, con vistas a lograr su reconocimiento por parte de la comunidad internacional.
Uno de los apartados está dedicado a la "responsabilidad" de Argelia en el conflicto. En él, el régimen de Rabat acusa ésta de obstaculizar "sistemáticamente" lo que entiende por proceso de regularización de la "integridad territorial" marroquí.
"La implicación de Argelia en la cuestión del Sahara ha adoptado desde 1973 formas múltiples y variadas: intervención militar, apoyo logístico y financiero (al Frente Polisario), movilización y encuadramiento diplomático (e) incumplimiento del derecho internacional humanitario", sostiene el texto.
Rabat critica a Argel por “apoyar y albergar en su suelo (Tinduf) al Polisario”, así como por haber “apadrinado” la creación (1976) de una “pseudo república”, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD); esa “entidad ficticia” que “no dispone de ningún atributo de Estado soberano” en cuyo beneficio se ha movilizado “enérgicamente” la diplomacia argelina, con vistas a lograr su reconocimiento por parte de la comunidad internacional.
El régimen marroquí afirma que la propuesta argelina de dividir el territorio "pone en evidencia la implicación de Argelia" en el conflicto, así como la "tutela" que ejerce sobre el Frente Polisario.
El Plan Baker "intenta combinar visiones irreconciliables"
Por lo demás, Rabat reitera su rechazo al Plan Baker, porque "intenta combinar visiones irreconciliables”, esto es, el Plan de Arreglo (que preveía un referéndum de autodeterminación) y el Acuerdo Marco (que preveía una autonomía para el territorio bajo la soberanía marroquí).
El memorándum ha sido divulgado pocos días después de la intervención de Mohamed VI ante la Asamblea General de la ONU, donde, contrariamente a lo que habían apuntado algunos diarios marroquíes, no presentó ninguna propuesta novedosa para solucionar el contencioso.
Entre tanto, la prensa local redobla sus críticas contra la labor de la diplomacia marroquí, en general, y del ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, en particular. La causa: el reconocimiento de la RASD por parte de Sudáfrica, el país más desarrollado del Continente Negro, lo cual ha supuesto un duro revés diplomático para Rabat.