LD (EFE) Una quinientas personas han ingresado a prisión acusadas de asociación ilegal, incitación a la violencia, saqueo o destrucción de la propiedad pública y privada, delitos cometidos durante los disturbios sangrientos provocados por la muerte en un extraño accidente aéreo de John Garang, ex líder del rebelde Ejército Popular de Liberación.
Los prisioneros suponen una tercera parte de las cerca de 1.500 personas detenidas en todo el país, la mayoría de ellas procedentes del sur, en unos incidentes que han segado la vida de más de 130 ciudadanos, la mayoría de ellos en la capital, según cifras de la Media Luna Roja sudanesa. Alrededor de una veintena de ellos han perdido la vida en la ciudad de Juba, que es escenario desde hace días del éxodo de la población norteña musulmana.
Aun así, la misma fuente asegura que la calma ha sido restablecida en esa ciudad y en Jartum, tras una noche plagada de incidentes esporádicos en la capital, algunos originados por las redadas de la Policía en los barrios del sur. Pese a la aparente calma, el Gobierno mantiene desplegadas las tropas en las calles y sigue en vigor el toque de queda nocturno impuesto por el Gobernador de la capital.