LD (Agencias) Un despacho de la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) cita un comentario del periódico del Partido de los Trabajadores, Rodong Shinmun , en el que se acusa a EEUU de intentar eludir sus responsabilidades en esta crisis nuclear bilateral implicando en ella a terceros países. La KCNA indicó que si al final EEUU opta por lanzar un ataque al régimen comunista para poner fin a las instalaciones nucleares del país por encima de la posición negociadora directa que reclama Pyongyang, "se producirá una situación catastrófica".
Frente a las pretensiones del régimen comunista de Kim Jong Il para llevar a cabo conversaciones directas con Washington, EEUU se ha mostrado dispuesto a negociar sólo en un marco multilateral. La Casa Blanca quiere implicar a Rusia, Japón, Corea del Sur y China, al alegar que por ser vecinos de Corea del Norte están directamente afectados y amenazados por el desarrollo nuclear norteño, que teme pueda ser usado con fines militares. Debido a la pertinaz insistencia de Washington y a la necesidad de iniciar cuanto antes cualquier tipo de negociación, Seúl parece ahora más proclive a presionar a la vecina Pyongyang para que acepte un marco multinacional desde el cual pueda acceder a su ansiado diálogo directo con Washington.
Los analistas surcoreanos creen que toda las amenazas de Pyongyang forman parte de una calculada estrategia que pretende sentar a la mesa negociadora a Washington y obtener concesiones para salvar su maltrecha economía. En esas tácticas se incluyen los ensayos de misiles tierra-mar de corto alcance que en el último medio mes ha realizado dos veces en las costas orientales.
Frente a las pretensiones del régimen comunista de Kim Jong Il para llevar a cabo conversaciones directas con Washington, EEUU se ha mostrado dispuesto a negociar sólo en un marco multilateral. La Casa Blanca quiere implicar a Rusia, Japón, Corea del Sur y China, al alegar que por ser vecinos de Corea del Norte están directamente afectados y amenazados por el desarrollo nuclear norteño, que teme pueda ser usado con fines militares. Debido a la pertinaz insistencia de Washington y a la necesidad de iniciar cuanto antes cualquier tipo de negociación, Seúl parece ahora más proclive a presionar a la vecina Pyongyang para que acepte un marco multinacional desde el cual pueda acceder a su ansiado diálogo directo con Washington.
Los analistas surcoreanos creen que toda las amenazas de Pyongyang forman parte de una calculada estrategia que pretende sentar a la mesa negociadora a Washington y obtener concesiones para salvar su maltrecha economía. En esas tácticas se incluyen los ensayos de misiles tierra-mar de corto alcance que en el último medio mes ha realizado dos veces en las costas orientales.