Seúl calificó el enfrentamiento producido en aguas del mar Amarillo como la "tercera disputa naval" tras los episodios similares ocurridos entre 1999 y 2002 por buques de Corea del Norte y del Sur, una definición que Rodong Sinmun, el diario oficial norcoreano, calificó de "imprudente y vergonzosa".
El intercambio de disparos entre los barcos, ocurrido después de que la nave norcoreana traspasara los límites marítimos, "no fue accidental" sino "el resultado de una conspiración" del Ejército surcoreano, con el fin de "tensar las relaciones intercoreanas hasta provocar un enfrentamiento militar", dijo.
Así, el rotativo advirtió de que "si les gusta jugar con fuego" tengan claro que "lo pagarán bien caro", en respuesta a la postura adoptada por Seúl que desplazó buques de guerra a la zona fronteriza para evitar que se repita la situación del martes y que no ocurría en los últimos siete años.