Cada vez quedan menos motivos para descartar que Pyongyang esté planeando un ataque militar contra Corea del Sur. Este jueves, el Ejército norcoreano ha anunciado que va a poner fin a un acuerdo que persigue prevenir cualquier confrontación militar con Corea del Sur, según ha informado la agencia oficial norcoreana KCNA.
El jefe del Estado Mayor de Corea del Norte ha precisado asimismo a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur que Pyongyang está preparado para atacar de manera inmediata a Seúl si viola la frontera en el Mar Amarillo (Mar Occidental).
"Ahora que el grupo de títeres ha desafiado a la RPDC (República Popular Democrática de Corea) de manera formal y descarada, la RPDC reaccionará a la confrontación con la confrontación y a la guerra con una guerra total", según la agencia de noticias KCNA.
La agencia de noticias, que se refiere a los líderes de Corea del Sur como un "grupo de traidores", dijo que ellos experimentarán "consecuencias sin precedentes y desastrosas" si no entienden a Corea del Norte.
Además de la suspensión de todas "las medidas de salvaguarda militar" para la comunicación económica entre las dos partes, otras medidas adoptadas por el Estado Mayor norcoreano son la prohibición de que los barcos, aviones y otros vehículos surcoreanos atraviesen las aguas, el cielo o el territorio de Corea del Norte y de que los surcoreanos crucen la frontera.
El lunes pasado, Corea del Sur interrumpió sus intercambios comerciales con Corea del Norte y prohibió que los barcos mercantes del país vecino entrasen en sus aguas, pero no impuso sanciones que pudiesen afectar al parque industrial conjunto de Kaesong, al norte de la frontera común, ni a la ayuda humanitaria destinada a los niños norcoreanos.
El presidente surcoreano, Lee Myung Bak, aseguró que Seúl emprenderá acciones para defenderse en caso de que Pyongyang realice más actos que puedan suponer "provocaciones militares".
EEUU reafirma su apoyo a Seúl y llevará el conflicto a la ONU
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, respaldó el miércoles al Gobierno de Seúl en la crisis con Corea del Norte, a la que reclamó que ponga fin a sus "provocaciones".
Para Clinton, las pruebas sobre la implicación de Corea del Norte en el hundimiento de la corbeta surcoreana "Cheonan", que acabó con la vida de 46 marinos surcoreanos, son "abrumadoras" y la acusación contra Pyongyang es "ineludible".
Fue "una inaceptable provocación de Corea del Norte; la comunidad internacional tiene la responsabilidad y el deber de responder", afirmó la secretaria de Estado en rueda de prensa junto a su homólogo surcoreano, Yu Myung-hwan.
Clinton afirmó que Washington y Seúl trabajarán juntos "para definir un plan de acción en el Consejo de Seguridad de la ONU", organismo al que Corea del Sur tiene previsto llevar el caso.