L D (Agencias) Este jueves se ha celebrado en Roma la Cumbre anual UE-Rusia, a la que acudieron el presidente ruso, Vladimir Putin, el primer ministro italiano y presidente de turno de la UE, Silvio Berlusconi, y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.
Tanto durante las reuniones entre los tres interlocutores como en la posterior rueda de prensa, Putin se refirió a la detención de Jodorkovski como una simple aplicación de la ley y un acto en defensa del Estado de Derecho. El multimillonario magnate petrolero fue arrestado el 25 de octubre bajo las acusaciones de fraude, evasión tributaria y apropiación indebida.
"Nos movemos para implantar el orden"
A Putin también le preguntaron sobre la falta de derechos humanos en el territorio ruso de Chechenia, y el presidente respondió que la falta de derechos humanos es un problema "universal" y lo mismo ocurre con la comisión de delitos ligados a actividades económicas, fenómenos frente a los cuales "hay que reaccionar", dijo. En este contexto, el mandatario pidió a su auditorio que no se centrara sólo en analizar la situación de Rusia y, sobre Yukos, dijo que en los años 90, con la política de liberalizaciones, se pudo haber cometido ilegalidades y errores que ahora, una vez reconocidas, no se deben dejar pasar.
El presidente ruso apuntó que algunas personas que se han hecho multimillonarias con aquellas liberalizaciones han empleado parte de su dinero en defenderse con sobornos a políticos, empresarios y abogados. "Nos movemos para implantar el orden, hacer respetar la ley y luchar contra la corrupción", delito este último "que perjudica a los empresarios occidentales (con negocios en Rusia), que están indefensos", afirmó Putin visiblemente alterado, para afirmar a continuación que en estos casos hay implicados y procesados hasta funcionarios de la Administración e incluso un ex-ministro.
El presidente ruso apuntó que algunas personas que se han hecho multimillonarias con aquellas liberalizaciones han empleado parte de su dinero en defenderse con sobornos a políticos, empresarios y abogados. "Nos movemos para implantar el orden, hacer respetar la ley y luchar contra la corrupción", delito este último "que perjudica a los empresarios occidentales (con negocios en Rusia), que están indefensos", afirmó Putin visiblemente alterado, para afirmar a continuación que en estos casos hay implicados y procesados hasta funcionarios de la Administración e incluso un ex-ministro.
"Esas críticas son leyendas"
Cuando a Putin le preguntaron acerca de la falta de derechos humanos en su país y el riesgo de establecimiento de un régimen autoritario, contó con la preciosa ayuda de Silvio Berlusconi, uno de los principales valedores políticos y amigo del presidente ruso en Europa, a cuyas hijas incluso ha alojado en su residencia de verano en la isla de Cerdeña. Berlusconi defendió a Putin como dirigente democrático: "Le conozco y garantizo que sabe lo que es la separación de poderes. No veo que exista falta de democracia. Esas críticas son leyendas, miren la realidad", dijo.
En este sentido, el primer ministro italiano aprovechó para hablar de sí mismo y se comparó con Putin cuando se ve maltratado por la prensa internacional. Así, sacó a relucir su antiguo discurso sobre el hecho de que en Italia se afirma que no hay libertad de prensa porque él es el propietario de la mayoría de canales privados de televisión y, desde el Gobierno, también se controla la línea editorial de la RAI, la emisora pública. En su defensa, Berlusconi argumentó que "el 85 por ciento de los seis millones de ejemplares de periódicos que se venden (en Italia) son críticos con el Gobierno".
Su afirmación suscitó sonrisas y murmullos entre los periodistas.