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Putin arremete contra la UE y EEUU por las subvenciones agrarias y el escudo antimisiles

El presidente ruso, Vladímir Putin, elevó el tono crítico contra EEUU por su proyectado escudo antimisiles y contra la Unión Europea por las subvenciones que reciben los ganaderos, para justificar el veto a las importaciones de cante polaca. Putin advirtió de que el escudo antimisiles, con bases proyectadas en la República Checa y Polonia, podría abrir una "carrera de armamentos" y precisó que los contactos con Washington no han hecho cambiar de posición a Moscú.

El presidente ruso, Vladímir Putin, elevó el tono crítico contra EEUU por su proyectado escudo antimisiles y contra la Unión Europea por las subvenciones que reciben los ganaderos, para justificar el veto a las importaciones de cante polaca. Putin advirtió de que el escudo antimisiles, con bases proyectadas en la República Checa y Polonia, podría abrir una "carrera de armamentos" y precisó que los contactos con Washington no han hecho cambiar de posición a Moscú.
L D (EFE) En una rueda de prensa en Viena, el líder ruso dijo que no existe ninguna justificación para establecer semejante arma defensiva y rechazó los argumentos que aduce EEUU de que protegerá a Europa de los misiles iraníes, ya que éstos no tienen alcance para llegar al Viejo Continente. "No conducirá a nada más que a una nueva espiral en la carrera de armamentos, y eso lo encontramos totalmente contraproducente", declaró Putin, que compareció ante los periodistas junto a su homólogo austríaco, Heinz Fischer, en el primero de los dos días de su visita oficial a Austria.

Además criticó el establecimiento de bases estadounidenses en Bulgaria y Rumanía, antiguos países de la órbita soviética durante la Guerra Fría. "¿Para qué se necesita un sistema antimisiles en Polonia?", se preguntó, y recalcó que semejante paraguas defensivo "no nace de la necesidad real, ni de Europa ni del mundo".

Polonia y la República Checa, dos antiguos aliados de Moscú en el Pacto de Varsovia, son los dos países elegidos por Washington para instalar elementos de ese sistema defensivo en Europa del Este. Putin también indicó que los contactos mantenidos con EEUU no han alterado la posición de Moscú contraria al paraguas defensivo, que calificó de "muy perjudicial".

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, viajó la semana pasada a Moscú para tratar de suavizar la postura contraria de Rusia con el argumento de que el escudo estaba dirigido contra teóricas amenazas provenientes de Irán y Corea del Norte. Pero Rusia insiste en que los planes norteamericanos de desplegar en Europa del Este el sistema de antimisiles es una "amenaza directa" para su seguridad y, en respuesta, ha amagado con suspender el tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE).

Fiel a la estrategia de que la mejor defensa es un buen ataque, aseguró, como única concesión, que se debía "escuchar las críticas" sobre la situación de los derechos humanos en Rusia. A continuación aseguró que los derechos humanos también se vulneran en Europa, reprochó la política inmigratoria de Austria y, más tarde, censuró las subvenciones a los ganaderos que la Unión otorga dentro de la Política Agrícola Común (PAC).

El líder ruso declaró que su país "no puede permitirse" subvencionar los productos agrícolas como lo hace la UE, tras deplorar que Bruselas se niegue a discutir el problema. "Debemos jugar con las cartas abiertas. Queremos un diálogo bilateral", dijo Putin al ser preguntado sobre el bloqueo ruso de importación de carne polaca. "Ese problema es más difícil de lo que parece a primera vista. En la UE hay una subvención agrícola de enormes dimensiones, pero no nos podemos permitir subvencionar nuestra agricultura", subrayó. "Las mercancías –agregó– son lanzadas en los mercados rusos, pero Rusia también tiene que defender los intereses de sus productores".

El primer día de visita oficial a Austria estuvo marcado en gran parte por los acuerdos económicos y los asuntos bilaterales, como el que afecta a la mayor constructora austríaca Strabag, competidora con la filial de la española FCC, Alpine Mayreder, en el mercado de Europa del Este, que logró sustanciosos contratos en Rusia.

El empresario ruso Oleg Deripaska, uno de los diez hombres más ricos de su país, acaba de hacerse con el 30 por ciento de Strabag, con una inversión de 1.000 millones de euros, y también compró el 20 por ciento de la automotriz austro-canadiense Magna por otros 1.000 millones de euros. Strabag ha logrado en escasas semanas, desde el desembarco de Deripaska, multiplicar por tres los encargos de la compañía en Rusia con obras para mejorar las infraestructuras valorados en 2.000 millones de euros.

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