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Prodi y Berlusconi se acusan mutuamente de provocar la tensión en la campaña electoral italiana

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y su rival en las elecciones generales del nueve de abril, Romano Prodi, se enzarzaron en un cruce de acusaciones sobre la aspereza de la campaña electoral y se reprocharon mutuamente comportamientos "inaceptables". Con tono a menudo áspero y descalificaciones cruzadas, los dos candidatos respondieron a las preguntas de dos periodistas en un debate moderado por el conocido presentador Bruno Vespa, en el último cara a cara de los contrincantes antes de los comicios.

LD (EFE) Durante el último debate televisivo antes de las elecciones generales de este nueve de abril próximo, los dos principales candidatos, Romano Prodi y Silvio Berlusconi, se han acusado mutuamente de la dureza de la campaña. Para Prodi, el proselitismo tiene un "carácter mediático" que favorece "las salidas de tono".
 
El líder de la oposición, que hace unos días tachó de "delincuente político" al ministro de Economía, Giulio Tremonti, señaló que reaccionó "sólo cuando me atribuyeron cosas que ni siquiera soñaba con proponer", al tiempo que recordó que el primer ministro le ha llamado cosas como "pobrecito" y "conejo".
 
Berlusconi, responsable de algunas de las expresiones más controvertidas de la campaña, respondió con un ataque frontal al centroizquierda "que insulta y calumnia", antes de asegurar que él no ha insultado "nunca" a nadie. También arremetió contra la magistratura, a la que acusó de tener a punto acusaciones "de relojería" para difundirlas en medio de la campaña electoral.
 
Prodi aseguró que un eventual Ejecutivo de centroizquierda obtendría recursos de la lucha contra la evasión fiscal que Berlusconi "ha permitido". Agregó que la evasión fiscal ha alcanzado los doscientos mil millones de euros, y se comprometió a reducirla en al menos un tercio, con lo que, aseguró, "se arreglarían las cuentas públicas de Italia". El primer ministro, en este sentido, acusó a la oposición de tener un programa "vago" en el que los únicos números "son los de las páginas", a lo que el líder de la oposición respondió que "el primer ministro se agarra a los números como un borracho a una farola, no para que le ilumine sino para sostenerse".
 
Ambos candidatos abogaron, por otra parte, por la adopción de medidas para favorecer la integración de la mujer en la vida pública italiana, y Berlusconi prometió que en su próximo Gobierno habrá "ocho mujeres ministras, veinte subsecretarias" y, lo que es más destacable, "la vicepresidenta será una mujer". Prodi basó su mensaje en la cohesión y coherencia de su coalición y la necesidad de una Italia unida frente a las "divisiones creadas en los últimos cinco años". Berlusconi, mirando directamente a la cámara, pidió el voto para el centroderecha "por tres razones", todas ellas de base económica.

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