L D (Agencias) El Parlamento luso levantó el miércoles la inmunidad de Pedroso, antiguo ministro de Trabajo, a petición de éste, después de que el juez Teixeira, del Tribunal de Instrucción Criminal de Lisboa, solicitase autorización para interrogarle sobre el escándalo de pederastia de la institución educativa benéfica Casa Pía de Lisboa. Pedroso, a quien se imputan 15 supuestos delitos de abusos sexuales de menores, proclamó su inocencia en una rueda de prensa, acompañado del secretario general del PS, Eduardo Ferro Rodrigues, que ratificó su confianza a su colaborador y prometió averiguar quién urdió la acusación.
Pedroso, de 38 años, acudió ante el juez Teixeira a las 18.30 horas del jueves tras dimitir de sus cargos en el partido y convertirse en el primer político portugués salpicado por el escándalo que salió a la luz en noviembre del pasado año. La comparecencia de Pedroso ante el juez sólo tuvo una interrupción de dos horas para que el abogado del político, Celso Cruzeiro, pudiese cenar, según el testimonio del propio letrado. A las 08.30 Teixeira ordenó el ingreso en prisión preventiva de Paulo Pedroso, posible pese a su condición de diputado por el levantamiento de su inmunidad parlamentaria.
A la puerta del tribunal, el defensor de Pedroso, persona muy cercana a Ferro Rodrigues, dijo que el político está “claramente abatido" aunque "firme, resuelto y dispuesto a demostrar su inocencia” de lo que calificó de "invención monstruosa". Con Pedroso son ya siete las personas en prisión preventiva en relación con el escándalo de la Casa Pia, una institución educativa para menores de familias sin recursos, en la que las investigaciones indican que durante casi tres décadas pudieron producirse abusos a menores de ambos sexos. Entre los detenidos figura el presentador “estrella” de la televisión portuguesa, Carlos Cruz; su abogado, Hugo Marsal; un ex embajador en la UNESCO, Jorge Ritto; un antiguo responsable de la Casa Pia, Manuel Abrantes, y el ex funcionario Carlos Silvino “Bibi”, acusado de conectar a los menores y sus "clientes". Ritto, la primera figura conocida en ser denunciada públicamente, está acusado de 11 delitos de abusos a menores, y reconoció en los interrogatorios que tuvo relaciones homosexuales con alumnos de la Casa Pía, aunque nunca menores de 16 años. La inclusión de Paulo Pedroso entre los inculpados por los abusos de Casa Pía afectará, a juicio de diversos comentaristas políticos, a la imagen del Partido Socialista y salpicará a toda la clase política portuguesa, que guarda cauteloso silencio.
Pedroso, de 38 años, acudió ante el juez Teixeira a las 18.30 horas del jueves tras dimitir de sus cargos en el partido y convertirse en el primer político portugués salpicado por el escándalo que salió a la luz en noviembre del pasado año. La comparecencia de Pedroso ante el juez sólo tuvo una interrupción de dos horas para que el abogado del político, Celso Cruzeiro, pudiese cenar, según el testimonio del propio letrado. A las 08.30 Teixeira ordenó el ingreso en prisión preventiva de Paulo Pedroso, posible pese a su condición de diputado por el levantamiento de su inmunidad parlamentaria.
A la puerta del tribunal, el defensor de Pedroso, persona muy cercana a Ferro Rodrigues, dijo que el político está “claramente abatido" aunque "firme, resuelto y dispuesto a demostrar su inocencia” de lo que calificó de "invención monstruosa". Con Pedroso son ya siete las personas en prisión preventiva en relación con el escándalo de la Casa Pia, una institución educativa para menores de familias sin recursos, en la que las investigaciones indican que durante casi tres décadas pudieron producirse abusos a menores de ambos sexos. Entre los detenidos figura el presentador “estrella” de la televisión portuguesa, Carlos Cruz; su abogado, Hugo Marsal; un ex embajador en la UNESCO, Jorge Ritto; un antiguo responsable de la Casa Pia, Manuel Abrantes, y el ex funcionario Carlos Silvino “Bibi”, acusado de conectar a los menores y sus "clientes". Ritto, la primera figura conocida en ser denunciada públicamente, está acusado de 11 delitos de abusos a menores, y reconoció en los interrogatorios que tuvo relaciones homosexuales con alumnos de la Casa Pía, aunque nunca menores de 16 años. La inclusión de Paulo Pedroso entre los inculpados por los abusos de Casa Pía afectará, a juicio de diversos comentaristas políticos, a la imagen del Partido Socialista y salpicará a toda la clase política portuguesa, que guarda cauteloso silencio.