LD (EFE) Las "Damas de Blanco", colectivo que agrupa a mujeres y familiares de los 75 periodistas y disidentes cubanos que en marzo de 2003 fueron detenidos, sometidos a juicios sumarísimos y condenados a penas de hasta veintiocho años de prisión, están convocando actos en recuerdo de esa "Primavera negra". Diferentes agrupaciones opositoras anunciaron que se sumarán a los eventos.
El objetivo, explicaron fuentes cercanas a las "Damas de Blanco", es que la "Primavera negra" vuelva a la memoria de la disidencia cubana ocho meses después de la cesión provisional del dictador Fidel Castro, convaleciente de una enfermedad declarada "secreto de Estado" que le obligó a delegar provisionalmente el poder en su hermano menor, Raúl, el 31 de julio de 2006.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias EFE, el opositor Óscar Espinosa –excarcelado en 2004 por motivos de salud– dijo que "las detenciones estaban preparadas muy bien desde hacía rato, lo que pasa es que todo lo precipitó la guerra de Irak. Ellos pensaron que era su oportunidad, porque toda la opinión pública iba a estar pendiente de eso y no de nosotros".
Espinosa consideró que, además, había elementos como el Proyecto Varela, impulsado por el ilegal "Movimiento Cristiano Liberación" que encabeza Oswaldo Payá, que generaron preocupación. La iniciativa, presentada ante el Parlamento cubano en 2002 con el respaldo de veinticinco mil firmas, plantea modificaciones legales y la apertura de espacios de participación ciudadana.
Por su parte, Miriam Leiva, cofundadora de las "Damas de Blanco" y esposa de Espinosa, dijo que "creo que hicieron eso porque el pueblo cubano estaba perdiendo el miedo, la oposición cubana por primera vez había salido a explicarle un proyecto al pueblo y por primera vez se habían unido". A ello, dijo, "ayudó mucho que vino Jimmy Carter (ex presidente de EEUU, que estuvo en Cuba en mayo de 2002) y salió en la televisión y en la radio hablando del Proyecto Varela y la gente empezó a interesarse".
Para Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, "el Gobierno estuvo largamente acariciando la idea de aplastar el movimiento de derechos humanos y no tuvo la oportunidad. Esa crispación del Gobierno fue creciendo con el aumento del movimiento, pero el factor catalizador fue el inicio de la guerra en Irak, porque la coincidencia (de fechas) fue total. Fue un error de cálculo, porque pensaban que la guerra de Irak iba a atraer toda la atención".