L D (EFE) El deterioro físico del presidente palestino se ha podido comprobar en sus últimas apariciones, aunque se desconoce el origen de su supuesta dolencia. Hace diez días, Arafat recibió en sus oficinas de la Mukata en Ramala a su doctor jordano, Ashraf al-Kurdi quien, tras reconocerlo, aseveró que se encontraba en buen estado de salud.
Sin embargo, durante los últimos días varias ambulancias han entrado y salido de la Mukata y el hombre más próximo a Arafat, Nabil Abú Rudaina comentó a Efe que "el presidente padece un catarro muy fuerte", aunque el pasado domingo cuando el "rais" condenó el atentado suicida de Haifa, Rudaina tuvo prácticamente que chivarle el pequeño discurso.
Algunas fuentes de la Mukata aseguran que el veterano líder palestino ha vomitado sangre y que sufre fuertes dolores de huesos en sus extremidades. Los dirigentes palestinos como el propio primer ministro, Ahmed Qurea (Abú Alá) y el jefe del equipo negociador palestino, Saeb Erekat, han desmentido las noticias del deterioro de Arafat e insisten en que "el presidente se encuentra en buen estado de salud, pero exhausto por lo mucho que trabaja".
Y como ocurre en estos casos, los rumores se han apoderado de las calles de Gaza, donde corre la voz entre sus habitantes de que el "rais" ha sido envenenado para sufrir una muerte lenta. Este martes, Arafat ha nombrado por decreto un Gobierno de Crisis y ha declarado el estado de emergencia en los territorios de Gaza y Cisjordania, ante la crítica situación que atraviesa la dirección y el pueblo palestino.
Arafat, que sufre de Parkinson, ha sido amenazado por Israel con ser deportado al acusarle de ser el máximo responsable de los atentados suicidas.
Sin embargo, durante los últimos días varias ambulancias han entrado y salido de la Mukata y el hombre más próximo a Arafat, Nabil Abú Rudaina comentó a Efe que "el presidente padece un catarro muy fuerte", aunque el pasado domingo cuando el "rais" condenó el atentado suicida de Haifa, Rudaina tuvo prácticamente que chivarle el pequeño discurso.
Algunas fuentes de la Mukata aseguran que el veterano líder palestino ha vomitado sangre y que sufre fuertes dolores de huesos en sus extremidades. Los dirigentes palestinos como el propio primer ministro, Ahmed Qurea (Abú Alá) y el jefe del equipo negociador palestino, Saeb Erekat, han desmentido las noticias del deterioro de Arafat e insisten en que "el presidente se encuentra en buen estado de salud, pero exhausto por lo mucho que trabaja".
Y como ocurre en estos casos, los rumores se han apoderado de las calles de Gaza, donde corre la voz entre sus habitantes de que el "rais" ha sido envenenado para sufrir una muerte lenta. Este martes, Arafat ha nombrado por decreto un Gobierno de Crisis y ha declarado el estado de emergencia en los territorios de Gaza y Cisjordania, ante la crítica situación que atraviesa la dirección y el pueblo palestino.
Arafat, que sufre de Parkinson, ha sido amenazado por Israel con ser deportado al acusarle de ser el máximo responsable de los atentados suicidas.