L D (EFE) El régimen comunista advirtió antes del lanzamiento que romperá las negociaciones a seis para su desnuclearización -en las que participan las dos Coreas, Japón, Rusia, China y EEUU desde agosto de 2003- si es condenado en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Corea del Sur, EEUU y Japón han insistido en los últimos días en que pedirán la imposición de sanciones contra Pyongyang en el Consejo de Seguridad y Tokio ha expresado además su intención de ampliar las restricciones económicas unilaterales que tiene en vigor.
Un comunicado del Ministerio norcoreano de Exteriores indicó el pasado 24 de marzo que una eventual imposición de sanciones por parte del Consejo de Seguridad sería una "actividad hostil" y amenazó con boicotear el diálogo multipartito.
Para Shinjo Kobori, analista del Instituto japonés de Estudios de Política Internacional, el abandono norcoreano del diálogo a seis bandas "sería muy desafortunado y constituiría el fin de un largo camino de negociaciones".
En 2003 Corea del Norte abandonó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y anunció la reactivación de sus instalaciones atómicas.
A la vez, en una nueva muestra de su estrategia del gato y el ratón, en agosto de ese año el régimen de Kim Jong-il aceptó participar en las negociaciones a seis bandas para la desnuclearización de la península coreana.
Ese diálogo, actualmente estancado, ha permitido acuerdos hasta ahora no culminados como el de concesiones en la desnuclearización a cambio de ayuda económica y se ha visto interrumpido en numerosas ocasiones.
Tras el lanzamiento de su cohete, la gran amenaza que pende ahora sobre Corea del Norte es la imposición de nuevas sanciones basándose en que ha violado la resolución 1718 de la ONU, aprobada tras el ensayo nuclear que realizó en octubre de 2006.
Esa resolución insta a Pyongyang a abandonar las pruebas de armas nucleares y de misiles balísticos, así como el desarrollo de este tipo de armamento. Ese texto le supuso entonces sanciones comerciales para impedirle tener acceso a tecnologías relacionadas con ese tipo de armas.
Previamente, cuando en julio Corea del Norte hizo una prueba con varios misiles, entre ellos un Taepodong 2 de largo alcance, el Consejo de Seguridad emitió la resolución 1695 que le exigía parar todos sus programas balísticos y le impuso sanciones limitadas.
Para Corea del Sur, Japón y EEUU, el actual lanzamiento de un cohete desde Corea del Norte viola la última resolución de la ONU, puesto que la tecnología necesaria para poner en órbita un satélite o un misil es similar. "Esto es una cuestión de terminología legal que no está suficientemente clara y que deberá discutirse en Naciones Unidas", opinó Kobori en declaraciones a Efe.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, no ha clarificado si habrá sanciones en caso de que sea un satélite de comunicaciones lo que finalmente ha lanzado el régimen comunista. "La India y China han lanzado recientemente satélites de comunicaciones. Si Corea del Norte lanza el suyo y eso le supone sanciones, estaría en su derecho a quejarse", consideró Kobori.
Japón, además, renueva cada seis meses unas sanciones propias que prohíben la importación de productos norcoreanos, las exportaciones de productos nipones a ese país y la entrada en sus aguas territoriales de los barcos de bandera norcoreana.