L D (EFE) El médico personal de Kirchner, Luis Buonomo, ha dicho canal de televisión por cable Todo Noticias que, dada la evolución satisfactoria y "si no median complicaciones", es posible que Kirchner reciba el alta antes de lo previsto inicialmente, que era tras siete días de reposo como mínimo.
Kirchner fue hospitalizado el jueves por la noche en El Calafate, localidad a más de 2.700 kilómetros de la capital argentina, debido a una gastroduodenitis hemorrágica erosiva producida por la ingestión de anti-inflamatorios que le recetaron para tratar un problema odontológico. El viernes fue trasladado desde el hospital de El Calafate a otro mejor equipado en Río Gallegos, capital de la sureña provincia de Santa Cruz, donde Kirchner nació hace 54 años.
El presidente argentino pasó la noche "sin sobresaltos", según Buonomo, quien ha indicado que la fecha en que Kirchner dejará el hospital dependerá de su evolución y del resultado de una "negociación" que tendrá con él. Según el médico personal del presidente, si fuera por él, Kirchner dejaría el hospital cuanto antes.
El próximo martes, Kirchner tiene previsto reunirse con el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, en la frontera entre ambos países para, entre otras cosas, firmar un convenio por el que Argentina recibirá gas natural boliviano, lo que mitigará los efectos de la actual crisis energética que padece. El jefe del Gabinete de ministros, Alberto Fernández, ga dicho que la indisposición gástrica del presidente Néstor Kirchner "fue un sustito, nada más" y manifestaba su "tranquilidad" por la positiva evolución de la salud del mandatario.
Según Fernández, la indisposición del presidente es consecuencia del estrés, ya que "gobernar Argentina no es simple, es difícil, y en cualquier lugar de la gestión que le toque estar, más que nadie al presidente, uno tiene que afrontar permanentemente cuadros críticos y difíciles". El ex presidente Eduardo Duhalde, antecesor de Kirchner en el cargo, también considera que "no es una tarea muy saludable gobernar un país en crisis" y le ha advertido a Kirchner de que "debe cuidar la máquina porque el cuerpo debe aguantar cuatro años".
Kirchner fue hospitalizado el jueves por la noche en El Calafate, localidad a más de 2.700 kilómetros de la capital argentina, debido a una gastroduodenitis hemorrágica erosiva producida por la ingestión de anti-inflamatorios que le recetaron para tratar un problema odontológico. El viernes fue trasladado desde el hospital de El Calafate a otro mejor equipado en Río Gallegos, capital de la sureña provincia de Santa Cruz, donde Kirchner nació hace 54 años.
El presidente argentino pasó la noche "sin sobresaltos", según Buonomo, quien ha indicado que la fecha en que Kirchner dejará el hospital dependerá de su evolución y del resultado de una "negociación" que tendrá con él. Según el médico personal del presidente, si fuera por él, Kirchner dejaría el hospital cuanto antes.
El próximo martes, Kirchner tiene previsto reunirse con el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, en la frontera entre ambos países para, entre otras cosas, firmar un convenio por el que Argentina recibirá gas natural boliviano, lo que mitigará los efectos de la actual crisis energética que padece. El jefe del Gabinete de ministros, Alberto Fernández, ga dicho que la indisposición gástrica del presidente Néstor Kirchner "fue un sustito, nada más" y manifestaba su "tranquilidad" por la positiva evolución de la salud del mandatario.
Según Fernández, la indisposición del presidente es consecuencia del estrés, ya que "gobernar Argentina no es simple, es difícil, y en cualquier lugar de la gestión que le toque estar, más que nadie al presidente, uno tiene que afrontar permanentemente cuadros críticos y difíciles". El ex presidente Eduardo Duhalde, antecesor de Kirchner en el cargo, también considera que "no es una tarea muy saludable gobernar un país en crisis" y le ha advertido a Kirchner de que "debe cuidar la máquina porque el cuerpo debe aguantar cuatro años".