L D (EFE) El presidente polaco, que se define como "un conservador moderado", dijo que lo que más interesa a los polacos es lo que será de Polonia, y consideró "sintomático que dos Estados importantes, Francia y Holanda, hayan rechazado este tratado".
Kaczynski calificó de "desafortunados" los comentarios de Chirac en 2003 de que los entonces países candidatos al ingreso en la UE habían perdido una "buena oportunidad de callarse" cuando se alinearon con Estados Unidos en la crisis de Irak. "Esta forma de pensar 'os recibimos en el seno de la Unión Europea, por tanto debéis obedecer' no funciona. No admito que se me obligue a comportarme en una cierta forma porque mi país acaba de ser admitido" en la UE, argumentó Kaczynski.
Agregó que como Chirac le ha "invitado a Francia y no nos conocemos aún, evidentemente debo encontrarle. Y espero que este encuentro sea constructivo". Pero, entre los temas sobre la mesa de las conversaciones de Kaczynski en París, han aparecido divergencias. Así, el presidente polaco ha puesto en entredicho la utilidad del Triángulo de Weimar, estructura de consultas entre Alemania, Francia y Polonia creada en 1991 y que cumple ahora su XV aniversario. A las dudas de Kaczynski el Ministerio francés de Exteriores ha replicado que el "Triángulo de Weimar" ha demostrado su "utilidad" y que en la UE ampliada "conserva su razón de ser".
Varsovia, por otra parte, reclama la apertura del mercado francés a los trabajadores polacos desde el próximo primero de mayo. Francia, donde el temor al "fontanero polaco" fue explotado por los adversarios de la Constitución europea en el referéndum de mayo de 2005, aún no se ha pronunciado al respecto.
La seguridad energética es otro tema de las conversaciones. Polonia criticó duramente la construcción por Rusia y Alemania de un gasoducto debajo del Báltico. "No esperamos nada de Rusia. Con Alemania, que es nuestra aliada en el seno de la OTAN y de la UE, es diferente. El principio de solidaridad debería haber jugado, más aún por cuanto un gasoducto terrestre habría sido menos costoso", dijo el líder polaco.
Francia, por su parte, se ha mostrado poco favorable a la propuesta polaca de un tratado de seguridad energética que prevería una respuesta común de la UE y la OTAN a una amenaza contra el abastecimiento de energía.
Kaczynski calificó de "desafortunados" los comentarios de Chirac en 2003 de que los entonces países candidatos al ingreso en la UE habían perdido una "buena oportunidad de callarse" cuando se alinearon con Estados Unidos en la crisis de Irak. "Esta forma de pensar 'os recibimos en el seno de la Unión Europea, por tanto debéis obedecer' no funciona. No admito que se me obligue a comportarme en una cierta forma porque mi país acaba de ser admitido" en la UE, argumentó Kaczynski.
Agregó que como Chirac le ha "invitado a Francia y no nos conocemos aún, evidentemente debo encontrarle. Y espero que este encuentro sea constructivo". Pero, entre los temas sobre la mesa de las conversaciones de Kaczynski en París, han aparecido divergencias. Así, el presidente polaco ha puesto en entredicho la utilidad del Triángulo de Weimar, estructura de consultas entre Alemania, Francia y Polonia creada en 1991 y que cumple ahora su XV aniversario. A las dudas de Kaczynski el Ministerio francés de Exteriores ha replicado que el "Triángulo de Weimar" ha demostrado su "utilidad" y que en la UE ampliada "conserva su razón de ser".
Varsovia, por otra parte, reclama la apertura del mercado francés a los trabajadores polacos desde el próximo primero de mayo. Francia, donde el temor al "fontanero polaco" fue explotado por los adversarios de la Constitución europea en el referéndum de mayo de 2005, aún no se ha pronunciado al respecto.
La seguridad energética es otro tema de las conversaciones. Polonia criticó duramente la construcción por Rusia y Alemania de un gasoducto debajo del Báltico. "No esperamos nada de Rusia. Con Alemania, que es nuestra aliada en el seno de la OTAN y de la UE, es diferente. El principio de solidaridad debería haber jugado, más aún por cuanto un gasoducto terrestre habría sido menos costoso", dijo el líder polaco.
Francia, por su parte, se ha mostrado poco favorable a la propuesta polaca de un tratado de seguridad energética que prevería una respuesta común de la UE y la OTAN a una amenaza contra el abastecimiento de energía.