LD (EFE) Casi mil policías y agentes antidisturbios de la Policía de Tailandia se han enfrentado a los grupos de manifestantes antes de abrirse paso hasta el Palacio del Gobierno ocupado desde hace cuatro días por los seguidores de la opositora Alianza del Pueblo para la Democracia que pretende forzar la caída del primer ministro, Samak Sundaravej y su gabinete.
De acuerdo con testigos presenciales, los cientos de policías de la brigada antidisturbios cargaron por sorpresa contra grupos de manifestantes apostados tras las barricadas que habían montado en calles adyacentes a la sede del Gobierno. Los agentes dispararon gases lacrimógenos sobre un grupo de opositores que vigilaba una de las puertas del acceso al palacio.
Cerca de un centenar de policías, provistos de porras y escudos, escalaron las altas verjas del palacio del Gobierno, mientras un número similar sorprendió a los manifestantes tras penetrar en el recinto por una de las puertas traseras. En el interior del recinto, algunos manifestantes se enfrentaron a los policías, al tiempo que los miembros del equipo de seguridad de la alianza formaron un cordón de en torno a sus cabecillas para impedir que fueran detenidos.
Al menos una veintena de personas fueron detenidas por los policías, que se incautó de numerosos objetos contundentes. En sus informes, los agentes aseguran que se encontraron drogas en poder de algunos de los manifestantes. El portavoz de la Policía, general Surapol Thuangthong, indicó que el objetivo de la operación fue la de entregar a los cabecillas la orden de desalojo del recinto dictada el día anterior por un tribunal de Justicia de Bangkok. "No hemos querido dispersar a los manifestantes. La Policía no va a emplear la fuerza porque se trata de un asunto sensible", declaró a la prensa.