LD (Agencias) La agencia marroquí de noticias MAP ha informado de que la Policía ha logrado incautar varios productos químicos que pueden servir para la fabricación de explosivos. La operación se realizó durante la madrugada de este miércoles en Casablanca, en una vivienda ubicada en el barrio de Atacharuk, uno de los muchos frecuentados por grupos extremistas. La agencia señala que los productos, cuya naturaleza y cantidad no se precisa, fueron encontrados en el interior de botellas de un litro. Fuentes oficiales señalaron que el hallazgo no tiene conexión, al parecer, con los atentados terroristas en el que murieron 41 personas, tres de ellas españolas.
Un ciudadano tunecino y otro francés de origen afgano, fueron detenidos el pasado sábado en Tánger cuando pretendían abandonar Marruecos. Los servicios de inteligencia marroquíes investigan sus posibles conexiones con organizaciones terroristas internacionales y su probable participación en los atentados del sábado. Los dos sospechosos llegaron hace una semana al aeropuerto de Casablanca. Al momento de los ataques, uno de ellos se encontraba en la ciudad y el otro en Tánger. La Policía también mantiene detenidos a dos egipcios y un Saudí, según informó el periódico local Ahddas al Maghribia , quien también asegura que los catorce terroristas suicidas “recibieron órdenes del extranjero”.
Por otra parte, los principales partidos políticos marroquíes convocaron hoy una manifestación nacional contra el terrorismo, que se celebrará el próximo domingo en Casablanca. Todos los partidos de la actual mayoría parlamentaria marroquí han constituido una Comisión Nacional encargada de los preparativos de esta manifestación, que partirá el domingo del hotel Farah, uno de los lugares en los que se perpetraron los atentados suicidas. Esa Comisión anunció que la manifestación estará abierta a "todas las fuerzas que se oponen al terrorismo" y que se pondrá en contacto con otros partidos políticos, con sindicatos y asociaciones para que participen.
Al margen de la convocatoria podrían quedar los grupos radicales como los integristas del Partido Justicia y Desarrollo. Desde hace ya algún tiempo era evidente el auge que estaban adquiriendo en Marruecos los partidos y los movimientos radicales, que quedó reflejado en los resultados de las elecciones legislativas del 27 de septiembre de 2002. Los islamistas del PJD fueron los "vencedores morales" de esos comicios al obtener con creces el mayor avance electoral y convertirse, con 42 escaños en la Cámara de Representantes (Cámara Baja), en la tercera fuerza política del país y primera de la oposición al Gobierno de coalición que dirige el tecnócrata Driss Yetú. Además, el poderoso y más radical movimiento islamista "Justicia y Benevolencia", tolerado aunque no reconocido por el poder, demostraba su poder de convocatoria en todas las manifestaciones autorizadas que se celebraban en el país y recogía adeptos en las mezquitas y en los suburbios más pobres de las ciudades, que se nutren principalmente del éxodo rural.
Un ciudadano tunecino y otro francés de origen afgano, fueron detenidos el pasado sábado en Tánger cuando pretendían abandonar Marruecos. Los servicios de inteligencia marroquíes investigan sus posibles conexiones con organizaciones terroristas internacionales y su probable participación en los atentados del sábado. Los dos sospechosos llegaron hace una semana al aeropuerto de Casablanca. Al momento de los ataques, uno de ellos se encontraba en la ciudad y el otro en Tánger. La Policía también mantiene detenidos a dos egipcios y un Saudí, según informó el periódico local Ahddas al Maghribia , quien también asegura que los catorce terroristas suicidas “recibieron órdenes del extranjero”.
Por otra parte, los principales partidos políticos marroquíes convocaron hoy una manifestación nacional contra el terrorismo, que se celebrará el próximo domingo en Casablanca. Todos los partidos de la actual mayoría parlamentaria marroquí han constituido una Comisión Nacional encargada de los preparativos de esta manifestación, que partirá el domingo del hotel Farah, uno de los lugares en los que se perpetraron los atentados suicidas. Esa Comisión anunció que la manifestación estará abierta a "todas las fuerzas que se oponen al terrorismo" y que se pondrá en contacto con otros partidos políticos, con sindicatos y asociaciones para que participen.
Al margen de la convocatoria podrían quedar los grupos radicales como los integristas del Partido Justicia y Desarrollo. Desde hace ya algún tiempo era evidente el auge que estaban adquiriendo en Marruecos los partidos y los movimientos radicales, que quedó reflejado en los resultados de las elecciones legislativas del 27 de septiembre de 2002. Los islamistas del PJD fueron los "vencedores morales" de esos comicios al obtener con creces el mayor avance electoral y convertirse, con 42 escaños en la Cámara de Representantes (Cámara Baja), en la tercera fuerza política del país y primera de la oposición al Gobierno de coalición que dirige el tecnócrata Driss Yetú. Además, el poderoso y más radical movimiento islamista "Justicia y Benevolencia", tolerado aunque no reconocido por el poder, demostraba su poder de convocatoria en todas las manifestaciones autorizadas que se celebraban en el país y recogía adeptos en las mezquitas y en los suburbios más pobres de las ciudades, que se nutren principalmente del éxodo rural.