LD (EFE) En el interior de un autobús abandonado en una carretera que comunica con el barrio de Al-Jadra, en Bagdad, varios policías han encontrado dieciocho cadáveres con las manos atadas a la espalda. Según los primeros exámenes, los civiles fueron ahorcados.
El capitán de la Policía Wisam Saad declaró que "no existen señales de disparos y los primeros exámenes indican que posiblemente fueron ahorcados". El citado barrio, de mayoría suní, ha sido escenario de atentados y enfrentamientos sectarios.
Poco después, otros agentes encontraban los cuerpos de otros cuatro hombres en un área despoblada de Baladiyat, un barrio donde conviven familias suníes y chiíes al este de la capital. Al igual que el anterior hallazgo, las víctimas estaban maniatadas y habían sido ahorcadas según las marcas que presentaban en sus cuellos. Otro cuerpo, con un disparo en la cabeza, fue encontrado cerca de un tienda en el barrio de Kamaliya, en el este de la ciudad.
En la jornada, el atentado terrorista más mortífero ha tenido lugar a primeras horas del día en Faluya cuando una bomba explotó en una carretera y causó la muerte de cuatro civiles. El ataque fue seguido por otro similar contra un convoy de vehículos en el que viajaban altos oficiales del Ministerio de Interior en Bagdad. Allí, un policía perdió la vida y otros tres se encuentran heridos.