LD (EFE) La Yemaah Islamiya ha visto frustrada una campaña terroristas en varios puntos de Filipinas después de que dos indonesios y un malasio fueran detenidos por agentes de la Policía. Según los primeros informes de la investigación, el grupo, brazo regional de la red Al-Qaeda y responsable de atentados como el de Bali de 2002, planeaba realizar atentados suicida y con coches bomba.
El superintendente Ismael Rafanan, director del servicio secreto de la Policía filipina, ha declarado que "hemos averiguado que (los detenidos) trajeron al país materiales para fabricar coches bomba e instrucciones para ocultar explosivos en su cuerpo o en cascos. Lo que tememos es que consigan la capacidad para emplear esos métodos".
Rafanan lo anunció en una rueda de prensa con la cúpula policial en Manila, en la que presentaron a los tres extranjeros y a un filipino supuesto miembro del grupo Abú Sayyaf, detenidos bajo la acusación de planear una campaña de atentados la pasada Navidad en Manila y varias ciudades de Mindanao, al sur del país. La trama terrorista incluía hacer explotar bombas en centros comerciales, embajadas extranjeras, autobuses, estaciones de metro y del suburbano, así como otras instalaciones vitales, según la Policía.