LD (EFE) El jefe de la policía del Capitolio, Terrance Gainer, ha informado de que las autoridades de la capital estadounidense han decidido incrementar la vigilancia en torno al Congreso. Desde este miércoles, los agentes comenzarán a bloquear el tráfico en varios sectores de las avenidas Independence y Constitution, las principales arterias que bordean el edificio.
El funcionario añadió que serán revisados los camiones, automóviles o conductores en actitud sospechosa y declinó explicar si se trata de una medida permanente o transitoria. Aclaró que la medida fue proyectada antes de que se informara de una creciente amenaza terrorista sobre Washington, Nueva York y Newark, en el estado de Nueva Jersey, que obligaron a las autoridades a aumentar el nivel de alerta.
En ese contexto y según informan este martes los periódicos The New York Times y The Washington Post, que citan distintos funcionarios de los servicios de espionaje y seguridad, la alerta está basada en documentación e informes anteriores al 11-S. Los planes se conocieron después de que el mes pasado fuera detenido en Pakistán el ingeniero informático Muhammad Naeem Noor Khan, de 25 años, quien habría "usado y ayudado a operar un sistema de comunicaciones secretas de (la red terrorista) Al Qaeda, por el cual la información se transfería mediante mensajes codificados". Sin embargo, se ha comprobado que la información sobre objetivos es anterior a 2001.
El secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Tom Ridge, puso el domingo en alerta especial al sector de servicios financieros de las ciudades de Nueva York y Washington, así como el norte del estado de Nueva Jersey, vecino de la metrópoli neoyorquina. En concreto, anunció que Al-Qaeda planea atentados contra las sedes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (Washington); del banco Citigroup y la Bolsa (Nueva York) y de la empresa de seguros Prudential (Newark, Nueva Jersey). Pero, reconoció que la información obtenida habla más de "posibles objetivos" que de un complot auténtico.
La Casa Blanca indicó que la información que dio lugar a la alerta era "muy reciente" y fue recibida en los últimos tres días, aunque los funcionarios citados por los rotativos explicaron que desconocían la existencia de nuevos datos, y según explica The Washington Post, un archivo de ordenador correspondía a enero de 2004. Las fuentes dijeron que desconocían si dicha actualización era producto de una inspección de las medidas de seguridad de edificios por miembros de Al-Qaeda u obtenida por otros medios fácilmente accesibles.