Policías cubanos impiden que las esposas de los disidentes encarcelados se manifiesten pacíficamente

LD (Agencias) Tras asistir a misa este domingo en la Iglesia de Santa Rita, situada en la barriada habanera de Miramar, las mujeres -alrededor de una docena- declararon a la prensa que fueron advertidas por las autoridades de la prohibición de continuar con esas manifestaciones. En su mayoría se trata de esposas de algunos de los de los 75 disidentes condenados el pasado mes por los tribunales cubanos a penas que en conjunto suman 1.454 años de prisión, acusados de atentar contra la soberanía e independencia del Estado, conspirar con EEUU y socavar los principios de la revolución.

Explicaron que desde hacía al menos tres domingos se reunían a la salida de la iglesia y emprendían una "caminata" en silencio por el paseo central de la Quinta Avenida, en el oeste de La Habana. Entre las mujeres, que se identifican por vestir de color blanco y llevar un pañuelo o un chal negro al cuello, se encontraban Blanca Reyes y Miriam Leyva, esposas del poeta y periodista independiente Raúl Rivero y del economista Oscar Espinosa, respectivamente, ambos condenados a 20 años de cárcel en dichos juicios.

Gisela Delgado, esposa del disidente Héctor Palacios, condenado a 25 años de cárcel, dijo que ese acto era "una forma de protestar pacíficamente por la situación de nuestras familias". Según Delgado, recibieron advertencias de las autoridades de que esas manifestaciones eran consideradas "una provocación" y que les estaba prohibido realizarlas. Las mujeres dijeron que ése "es un derecho que tenemos todas las esposas de reclamar la presencia de nuestros esposos y de nuestros hijos en los hogares".