LD (EFE) En un comunicado oficial, la Oficina de la Presidencia de Israel informó que Simon Peres ha comenzado consultas formales con los grupos parlamentarios para decidir si convoca o no a elecciones generales después de que la presidenta del gobernante partido "Kadima", Tzipi Livni, fracasase en su intento de formar una coalición gubernamental con mayoría parlamentaria.
El presidente Simon Peres se entrevistará durante la jornada con los líderes de diez de los trece grupos representados en el Parlamento israelí ("Kneset") y deberá tomar una decisión antes del miércoles. El mandatario deberá optar por convocar elecciones legislativas o encargar a otro líder político la formación de un nuevo Ejecutivo.
En tanto, el "Kadima" presentó este lunes, primer día del nuevo periodo de sesiones del Parlamento, una propuesta de ley para que la cámara sea disuelta en los próximos noventa días y pidió que dicha proposición se vote lo antes posible para que se fije la fecha de la convocatoria electoral.
Livni, ministra de Asuntos Exteriores en el actual gabinete en funciones, recibió el pasado septiembre del presidente de Israel, Simón Peres, el encargo de formar un nuevo Gobierno tras la dimisión del polémico primer ministro, Ehud Olmert. Este domingo, sin embargo, comunicó al jefe de Estado que no había logrado el cometido y que prefería que el país acudiese a las urnas antes que tener que pagar el alto precio que exigían sus posibles socios para formar coalición.
"Kadima" repite
Mientras, un nuevo sondeo elaborado por la empresa "Dahaf" para el periódico Yediot Aharonot, adelanta que el "Kadima", que encabeza Livni, ganaría otra vez las elecciones en caso de que se convoquen a elecciones anticipadas. La formación oficial, establece la consulta, lograría mantener su actual mayoría parlamentaria con 29 de los 120 diputados del Parlamento. Sin embargo, pese a que el "Kadima" sería el partido más votado, la formación más beneficiada sería la derechista "Likud", que encabeza Benjamin Netanyahu, que pasaría de sus actuales doce escaños a veintiséis.
El "Likud" avanzaría a costa del retroceso del Partido Laborista, que lidera el ministro de Defensa Ehud Barak, y que perdería ocho escaños hasta quedarse con tan sólo once, se desprende de la consulta. Los partidos árabes mantendrían sus diez diputados mientras que el nacionalista Israel Nuestra Casa obtendría nueve y los religiosos Judaísmo Unido de la Torá y Unión Nacional-Partido Nacional Religioso, tendrían cada uno siete. El ultraortodoxo sefardí "Shas", que con sus exigencias ha empujado a Livni a renunciar a su ambición de formar gobierno, podría ser castigado por el electorado y perder un parlamentario.