
(Libertad Digital) El líder del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá, declaró vía telefónica desde La Habana que la renuncia del dictador Fidel Castro tiene una "importancia histórica" y "para la vida de todos los cubanos dentro y fuera" de la isla. De esa manera, destacó, "terminan cinco años de décadas de poder de un hombre".
Recordó que las organizaciones disidentes cubanos siempre han creído que "el sustituto de Fidel Castro debe ser el pueblo soberano". Por ello, indicó, "la Asamblea Nacional y todos aquellos que le sustituyen (al dictador) en el poder deben trabajar inmediatamente para transformar las leyes".
Tras las renuncia de Fidel Castro, el impulsor del "Proyecto Varela" consideró que las reformas al sistema dictatorial cubano para que "los ciudadanos tengan derecho a expresarse, a asociarse...a transformar la ley electoral, convocar a elecciones libres, a liberar a los presos políticos". Esos cambios, destacó, permitirán que "en orden y en paz, en un ambiente de reconciliación, el pueblo cubano pueda iniciar una nueva etapa de su vida".
Oswaldo Payá señaló que "cualquiera que sea la evaluación y el balance que cada cubano tenga sobre esta etapa que acaba de terminar, no debe enfrentarnos unos a los otros, sino ayudar a mirar juntos al futuro".
Por su parte, Matías Jové, director ejecutivo de la Asociación Española Cuba en Transición (AECT) advirtió que con la reciente renuncia de Castro a todos sus cargos se corre el riesgo de que en la isla sólo haya "un lavado de cara sin las reformas necesarias" porque, a su juicio, el problema de la isla "no es Fidel sino su obra".