L D (EFE) La aprobación este jueves por las dos cámaras del Parlamento liberiano en sesión especial de la renuncia de Taylor y la designación del vicepresidente, Moses Blah, como su sucesor, han creado el marco jurídico de legitimidad para el cambio político en el país y propiciar el comienzo de su larga y difícil reconstrucción. La única incógnita que queda todavía pendiente, según fuentes diplomáticas en la región, es si, tras su renuncia, Taylor abandonará el país para exiliarse en Nigeria, único país que le ha ofrecido protección, y que supone un requisito esencial para la paz.
Coincidiendo con la aprobación de los cambios presidenciales por el Parlamento liberiano, una importante delegación de la Comunidad Económica de los Estados de Africa del Oeste (CEDEAO) se reunió con Taylor en Monrovia, la capital liberiana, asediada por los rebeldes que controlan prácticamente todo el país.
La representación de la CEDEAO estuvo encabezada por su secretario general, Mohamed ibn Chambas, acompañado por el ex presidente militar nigeriano, Abdusalami Abubakar, actual jefe negociador regional para la crisis de Liberia, y el general del mismo país, Festus Okonkwo, comandante de la recién desplegada fuerza pacificadora de la CEDEAO. Aunque no se hizo público el contenido del encuentro, fuentes cercanas a Taylor indicaron que giró en torno a su dimisión y exilio.
Los objetivos de las fuerzas de la CEDEAO son la normalización de la vida en Monrovia, donde más de 250.000 personas han tenido que huir del fuego cruzado, y facilitarles asistencia básica pues no cuentan con los mínimos para sobrevivir. A este respecto se espera que este mismo viernes miembros del grupo de expertos militares estadounidenses, llegados este jueves a Monrovia, en compañía del embajador de su país en Liberia, John Blaney, se entrevisten con los líderes rebeldes para tratar de persuadirles que abandonen sus posiciones, principalmente en Freeport, el puerto de Monrovia.
La intención es abrir pasillos seguros para iniciar con la mayor urgencia la distribución de alimentos, medicinas y enseres a la desvalida población, además de la reconstrucción de ciertos sectores de viviendas, destruidos por los bombardeos de las milicias rebeldes y las tropas leales a Taylor. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) envió el martes un buque con asistencia desde Abiyán, capital sureña de Costa de Marfil, y permanecerá anclado frente a las costas liberianas durante los dos próximos meses. El barco será el centro de operaciones del PMA, que se encargará de coordinar la distribución de ayuda humanitaria a todo el territorio liberiano.
Coincidiendo con la aprobación de los cambios presidenciales por el Parlamento liberiano, una importante delegación de la Comunidad Económica de los Estados de Africa del Oeste (CEDEAO) se reunió con Taylor en Monrovia, la capital liberiana, asediada por los rebeldes que controlan prácticamente todo el país.
La representación de la CEDEAO estuvo encabezada por su secretario general, Mohamed ibn Chambas, acompañado por el ex presidente militar nigeriano, Abdusalami Abubakar, actual jefe negociador regional para la crisis de Liberia, y el general del mismo país, Festus Okonkwo, comandante de la recién desplegada fuerza pacificadora de la CEDEAO. Aunque no se hizo público el contenido del encuentro, fuentes cercanas a Taylor indicaron que giró en torno a su dimisión y exilio.
Los objetivos de las fuerzas de la CEDEAO son la normalización de la vida en Monrovia, donde más de 250.000 personas han tenido que huir del fuego cruzado, y facilitarles asistencia básica pues no cuentan con los mínimos para sobrevivir. A este respecto se espera que este mismo viernes miembros del grupo de expertos militares estadounidenses, llegados este jueves a Monrovia, en compañía del embajador de su país en Liberia, John Blaney, se entrevisten con los líderes rebeldes para tratar de persuadirles que abandonen sus posiciones, principalmente en Freeport, el puerto de Monrovia.
La intención es abrir pasillos seguros para iniciar con la mayor urgencia la distribución de alimentos, medicinas y enseres a la desvalida población, además de la reconstrucción de ciertos sectores de viviendas, destruidos por los bombardeos de las milicias rebeldes y las tropas leales a Taylor. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) envió el martes un buque con asistencia desde Abiyán, capital sureña de Costa de Marfil, y permanecerá anclado frente a las costas liberianas durante los dos próximos meses. El barco será el centro de operaciones del PMA, que se encargará de coordinar la distribución de ayuda humanitaria a todo el territorio liberiano.