LD (EFE) La ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, declaró al periódico Le Figaro que aunque Irak sigue atrayendo a ciertos islamistas, "las redes paquistaní-afganas se han reforzado, indiscutiblemente. Los lugares de adoctrinamiento y adiestramiento vuelven a concentrarse en esa zona". Actualmente, destacó, los servicios de inteligencia galos han detectado que en esa área, más de una decena de jóvenes franceses yihadistas se encuentran para recibir “formación y adiestramiento” terrorista.
La ministra precisó que 55 activistas islamistas han sido arrestados en Francia en lo que va de año, y 89 el año pasado. Además, expresó su preocupación por el hecho de que "las cárceles francesas son un lugar de reclutamiento privilegiado para los islamistas radicales".
Señala que también ciertos barrios "sensibles" de los extrarradios de las ciudades galas siguen siendo objetivos privilegiados para los activistas salafistas: los jóvenes son enviados luego a tierras islámicas para recibir una formación teológica en escuelas coránicas como en Pakistán, Egipto o Yemen.
Tras advertir sobre las comunicaciones de los grupos islamistas por internet, afirma que la cooperación entre los ministros de Interior europeos es "indispensable" para una vigilancia eficaz de los mensajes intercambiados. Igualmente es "esencial" intensificar el control de las fronteras para detectar las redes o terroristas que tratan de entrar, dice.
Las autoridades francesas, ya informadas sobre las identidades y fechas de salida y llegada, para cinco países de riesgo, de individuos considerados peligrosos, quieren extender esta vigilancia a otros países y a los vuelos con escala, lo que impediría, por ejemplo, pasar por Suiza desde Pakistán para enredar las pistas.
Alliot-Marie advierte de que "Al-Qaeda para el Magreb Islámico" (AQMI), que era el antiguo "Grupo Salafista para la Predicación y el Combate", amenaza los intereses franceses en todo el Magreb y su influencia se extiende por el Sahel.