LD (EFE) Los mandos de la Policía civil y militar de Río de Jainero han movilizado a 20.724 agentes extras que vigilan las desérticas calles de la ciudad después de la ola de ataques contra autobuses y puestos de control de la Policía. El miedo a nuevas quemas de autobuses, como en la que murieron carbonizadas siete personas, obligó a las 48 empresas de transporte público que operan en la ciudad de siete millones de habitantes a guardar sus vehículos desde de la medianoche del jueves.
Además de los 14.234 agentes que elevan a 20.734 hombres la fuerza policial en alerta, las autoridades mantienen la ocupación en diez favelas, en cuyas proximidades se produjeron los ataques que hicieron recordar las madrugadas de espanto y muerte registradas durante mayo pasado en Sao Paulo.
Capos de organizaciones criminales presos en Sao Paulo ordenaron desde su confinamiento ataques masivos contra autobuses, bancos y puestos policiales que ocasionaron 133 víctimas, como represalia a su traslado a cárceles de seguridad máxima.
En los 37 ataques, iniciados en la madrugada del jueves en Río de Janeiro y que se prolongó la madrugada del jueves con la quema de un autobús y disparos contra dos puestos de Policía, murieron dieciocho personas, entre ellas nueve transeúntes, dos policías y siete presuntos criminales, según el último recuento de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro. Al menos veinticinco personas resultaron heridas y trece vehículos resultaron destruidos.