LD (EFE) Unos ochenta mil militares paquistaníes custodian la frontera con Afganistán para evitar que supuestos miembros de Al-Qaeda y talibanes entren desde su territorio en suelo afgano y traten de atentar durante los comicios legislativos del próximo domingo, en los que doce millones y medio de afganos elegirán la nueva Cámara Baja o "Wolesi Jirga" y los Consejos Provinciales.
En el último mes, Islamabad ha reforzado sus tropas en la frontera con 14.500 soldados, la mayoría de ellos destacados en el noroeste y suroeste de la provincia de Beluchistán, una de las más pobres del país y en la que residen varias tribus armadas.
Una cincuentena de puestos de control han sido instalados en la también conflictiva provincia de la Frontera Noroeste, que estos días sobrevolarán nueve helicópteros, asimismo para prevenir la infiltración de rebeldes a territorio afgano. Las autoridades han instalado cámaras en puntos clave, han prohibido a los civiles de las regiones tribales llevar rifles de asalto, lanzadores de cohetes y armas pesadas y han decretado toque de queda desde el anochecer hasta el amanecer en algunas localidades situadas a menos de dos kilómetros de la divisoria.