L D (EFE) Pervez Musharraf se convirtió este martes en el primer líder del sudeste asiático en ser invitado a Camp David. El presidente paquistaní, que se encuentra en EEUU para comprar armamento militar no nuclear, se reunió con George Bush para discutir entre otros temas la política de su país con respecto a la búsqueda de miembros de Al-Qaeda y, más concretamente, del líder de la organización terrorista, el multimillonario saudí Osama ben Laden.
Tras el encuentro, Musharraf ha anunciado que existe la posibilidad de que Ben Laden y otros elementos de la organización terrorista se estén escondiendo en la zona fronteriza entre su país y Afganistán. En este sentido, el líder paquistaní anunció que el Ejército entrará en ese área en busca de posibles terroristas y antiguos talibanes que se refugiaran allí tras la guerra de Afganistán. “No podemos saber si Ben Laden esté en nuestro país o al otro lado de la frontera, pero existe la posibilidad de que esté moviéndose de un lado al otro de la misma”.
La zona en concreto son las Áreas Tribales Administradas Federalmente (ATAF), un terreno montañoso de unos 17.000 kilómetros cuadrados al noroeste del país. El área está controlada por señores de la guerra de la etnia Pastún y, según Musharraf, el Gobierno paquistaní no ha entrado ahí “en más de un siglo”. A cambio, Bush pedirá al Congreso su aprobación para mandar 3.000 millones de dólares a Pakistán, sin precisar si se tratará de ayuda militar, económica o humanitaria, además de la creación de nuevos tratados para incrementar el comercio entre los dos países.
Las relaciones entre Pakistán y EEUU han mejorado considerablemente desde que Musharraf se comprometió a ayudar a Bush en la lucha contra el terrorismo. En 2001, y tras la ayuda que Pakistán prestó a los norteamericanos en la Guerra de Afganistán, Washington levantó las sanciones que pesaban sobre el país asiático tras el descubrimiento de su programa nuclear. Además, en abril de este mismo año el Gobierno estadounidense perdonó 1.000 millones de dólares que Pakistán le debía, cantidad que supone un tercio del total de la deuda externa que el país tiene con la administración actual.
En Pakistán se han detenido en los últimos dos años a unos 500 terroristas de Al-Qaeda y antiguos miembros del régimen talibán. “No tenemos mejor aliado en la lucha contra el terrorismo que Musharraf”, manifestó el presidente Bush al término de sus conversaciones.
Tras el encuentro, Musharraf ha anunciado que existe la posibilidad de que Ben Laden y otros elementos de la organización terrorista se estén escondiendo en la zona fronteriza entre su país y Afganistán. En este sentido, el líder paquistaní anunció que el Ejército entrará en ese área en busca de posibles terroristas y antiguos talibanes que se refugiaran allí tras la guerra de Afganistán. “No podemos saber si Ben Laden esté en nuestro país o al otro lado de la frontera, pero existe la posibilidad de que esté moviéndose de un lado al otro de la misma”.
La zona en concreto son las Áreas Tribales Administradas Federalmente (ATAF), un terreno montañoso de unos 17.000 kilómetros cuadrados al noroeste del país. El área está controlada por señores de la guerra de la etnia Pastún y, según Musharraf, el Gobierno paquistaní no ha entrado ahí “en más de un siglo”. A cambio, Bush pedirá al Congreso su aprobación para mandar 3.000 millones de dólares a Pakistán, sin precisar si se tratará de ayuda militar, económica o humanitaria, además de la creación de nuevos tratados para incrementar el comercio entre los dos países.
Las relaciones entre Pakistán y EEUU han mejorado considerablemente desde que Musharraf se comprometió a ayudar a Bush en la lucha contra el terrorismo. En 2001, y tras la ayuda que Pakistán prestó a los norteamericanos en la Guerra de Afganistán, Washington levantó las sanciones que pesaban sobre el país asiático tras el descubrimiento de su programa nuclear. Además, en abril de este mismo año el Gobierno estadounidense perdonó 1.000 millones de dólares que Pakistán le debía, cantidad que supone un tercio del total de la deuda externa que el país tiene con la administración actual.
En Pakistán se han detenido en los últimos dos años a unos 500 terroristas de Al-Qaeda y antiguos miembros del régimen talibán. “No tenemos mejor aliado en la lucha contra el terrorismo que Musharraf”, manifestó el presidente Bush al término de sus conversaciones.