LD (EFE) La operación se produce dos semanas después de otra llevada a cabo en el vecino Sur de Waziristán, en la que participaron más de 7.000 soldados, que rodearon durante días un reducto en el que se fortificaron varios centenares de supuestos miembros de Al-Qaeda y miembros de las tribus locales que les apoyan.
El asedio finalizó con la muerte de medio centenar de los cercados y 46 soldados y policías paquistaníes, mientras las autoridades detuvieron a unos 170 rebeldes, entre extranjeros y paquistaníes, y se calcula que otros 300 consiguieron escapar. Para esa nueva operación, el Ejército paquistaní ha trasladado tropas de la zona de Wana, la principal localidad del Sur de Waziristán, a la de Miranshah, capital del Norte de Waziristán, con intención de iniciar la búsqueda de los huidos de la anterior.