LD (EFE) Las autoridades han asegurado este jueves que se trata de evitar la violencia entre las comunidades musulmanas, después de que representantes chiítas manifestaran su desacuerdo con los nuevos textos, que en su opinión dan una versión exclusiva del Islam suní, al que pertenecen la mayoría de los paquistaníes. Los chiítas son 20 por ciento de los 145 millones de habitantes de Pakistán, aunque en algunos lugares, como la ciudad de Qüeta en el oeste y Cachemira, en el norte, esta comunidad es muy numerosa.
Vehículos militares recorren las calles de Gilgit y otras poblaciones del norte, donde la comunidad chiíta es muy importante, para evitar concentraciones y altercados, tras haber detenido a varios líderes religiosos de esta confesión musulmana. Los chiítas de la parte de Cachemira bajo control paquistaní tenían previsto manifestarse contra los cambios educativos, pero las autoridades prohibieron todas las concentraciones tras los últimos atentados de Karachi, que costaron la vida el domingo a un destacado clérigo suní y el lunes a 20 fieles chiítas.