Je, je. Parece que D. Fernando estaba todo el día con el hisopo de aquí para allá. Vaya tío.
Estoy de acuerdo en el carácter de los paraguayos, no se merecen estos gobernantes. Consiguieron echar sin armas al coloradismo y sin embargo ahora dependen de este reprimido sexual. Ojalá este obispo (y no ex-obispo) le eche un par y no solo reconozca esta paternidad sino la hipocresía del celibato obligatorio en los sacerdotes.
Personalmente Lugo me decepcionó no por su debilidad en los "bajos instintos" sino por su antiliberalismo. Pese a estar coaligado al Partido Liberal le ha faltado tiempo para amigarse con Chavez, Castro y toda la basura populista e indigenista que acabará por arruinar del todo a Latinoamérica.
jajaja esto es un siervo del Señor, desde luego. la madre que los parió a todos. Mira que está mal el Paraguay y mira que son, en general, gente encantadora. ¡Qué pena!