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Opositores venezolanos se movilizarán contra la concentración de poder que pretende llevar a cabo Chávez

Una nueva oleada de movilización nacional contra la concentración de poder que pretende llevar a cabo el presidente Hugo Chávez tras su reelección, comenzará en el estado venezolano de Táchira, frontera con Colombia. El candidato presidencial derrotado en los comicios de diciembre, Manuel Rosales, dijo que las protestas se extenderán progresivamente por todo el país. En su discurso de investidura y tras jurar que no descansará hasta crear la república socialista de Venezuela, Chávez adelantó que promoverá una reforma que anule la limitación de una única reelección presidencial autorizada. De esa manera, más allá de 2013, fin de su nuevo mandato, el presidente quedará facultado para presentarse nuevamente como candidato.

LD (EFE) En el estado fronterizo de Táchira, este viernes comenzará la movilización nacional contra la concentración del poder que pretende llevar a cabo el presidente Hugo Chávez durante su nuevo mandato. Las manifestaciones, que progresivamente se deberán extender por todo el país, están encabezadas por el candidato perdedor de los comicios de diciembre, Manuel Rosales.
 
En una rueda de prensa conjunta con otros dirigentes "antichavistas", Rosales dijo que "queremos anunciar una gran movilización por todo el país para concientizar a la colectividad" sobre la "concentración del poder" de Chávez. En su discurso por su nueva investidura, el presidente anunció que promoverá una reforma que anule la limitación de una única reelección presidencial autorizada constitucionalmente, para así quedar facultado a presentarse a futuros comicios, y juró que no descansará hasta crear la república socialista de Venezuela.
 
La directiva opositora busca con ello acabar con el desánimo que nuevamente evidencian sus electores tras las elecciones que el tres de diciembre confirmaron a Chávez en el poder al menos hasta el 2013, y que habían logrado neutralizar durante la campaña electoral, cuando los sacaron de la desmovilización en la que cayeron tras el referendo que también ganó el gobernante en agosto del 2004.
 
Rosales denunció que Chávez pretende llevar a cabo futuras nacionalizaciones y que pedirá a los diputados para que le concedan atribuciones legislativas especiales. Esas y otras iniciativas, dijo, le llevarán a creerse "predestinado" para "perpetuarse en el poder". Añadió que el presidente "se inspira en figuras tétricas como Stalin y Franco" y lo que quiere es dejar el poder "sólo a través de la muerte", al estilo de su aliado cubano Fidel Castro.
 
Por su parte, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, arzobispo Roberto Lückert, declaraba a una emisora que Chávez pretende que todos "estén de rodillas, adulándolo y aplaudiéndole todo lo que diga", mientras ostenta un estilo de vida oligárquico, y le deseó "larga vida para que vea la torta" (lío) que está originando con instauración del socialismo. Chávez debe entender, prosiguió, que "no es sólo el presidente de los siete millones" que votaron por él, "sino también de los cuatro millones que no votaron (a favor de su reelección) y asimismo del poco de zoquetes que no quiso ir a votar" y así facilitó su triunfo.

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