LD (EFE) La oposición venezolana sigue con la "defensa en la calle" de las firmas en favor de un referendo contra el presidente Hugo Chávez, mientras amaina la violencia que dejó al menos siete muertos y decenas de heridos en la última semana.
La última víctima se registró el jueves en el estado occidental de Zulia, cuando una mujer de 42 años murió de un disparo durante enfrentamientos entre opositores que intentaban bloquear una carretera y la Guardia Nacional (GN-policía militarizada). La víctima era militante del opositor partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), cuyo secretario regional, Omar Barboza, responsabilizó a la GN por la muerte de la activista.
El portavoz opositor Oscar Pérez afirmó que este viernes, miles personas protestarán en varias ciudades de Venezuela contra "los asesinatos de la GN" al reprimir las protestas de los "antichavistas", que persisten en algunos sectores del acomodado este de Caracas con la quema de neumáticos y basura y la destrucción de bienes públicos como alumbrado, semáforos y defensas viales. Por su parte, el vicepresidente, José Vicente Rangel, dijo el jueves que la directiva opositora "forajida pretende enmascarar sus agresiones a la ciudadanía y a la propiedad pública y privada acusando al Gobierno de represor y de violar los derechos humanos". Sostuvo que la "acción de la fuerza pública, absolutamente controlada y racional, ha sido la respuesta natural del Estado a un desbordamiento delictivo" por parte de "grupúsculos violentos" que han atacado a la GN con "piedras, palos, bombas Molotov y disparos".