LD (EFE) El diputado laborista Roberto Jefferson, que ha desatado con sus denuncias el mayor escándalo de corrupción de los últimos años en Brasil, reafirmó todas las denuncias que ha formulado contra el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
Ante una comisión del Congreso que investiga corruptelas en la empresa estatal de Correos, Jefferson insistió en que el partido fundado por el actual presidente Luiz Inacio Lula da Silva en 1980 sobornó legisladores y distribuyó cargos en organismos públicos con el objetivo de "hacer negocios".
El legislador reiteró que el ex ministro de la Presidencia José Dirceu; el tesorero del PT, Delubio Soares; el secretario general, Silvio Pereira, y el presidente del Partido, José Genoino, participaban en las negociaciones y en la red de corrupción, que calificó como "la mayor" que ha visto en sus más de veinte años como legislador.
Como en una declaración anterior, Jefferson dijo que fue él quien le informó el presidente Luiz Inacio Lula da Silva sobre el caso de los sobornos y que éstos "acabaron" cuando el jefe de Estado supo. No obstante, sugirió que los sobornos podrían estar ocurriendo nuevamente y manifestó que en una agencia del estatal Banco do Brasil en Brasilia podrían encontrarse pistas para determinar eso.
Jefferson, que se presentó ante la comisión parlamentaria con doce puntos en el rostro debido a un accidente casero, reiteró que el publicista Marco Valerio Fernandes era quien distribuía el dinero junto con el tesorero del PT. El señalado es ahora uno de los ejes de la investigación de los sobornos y las autoridades monetarias han comprobado que entre 2003 y 2004, cuando según Jefferson funcionó la red de corruptelas en el Congreso, retiró cerca de cincuenta millones de reales (unos veinte millones de dólares) en efectivo de las cuentas de sus agencias.