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Omar Saharaui: el "hombre de negocios" junto al que sonreían los secuestrados

Mientras continúa el silencio del Gobierno en torno al rescate, continúan trascendiendo detalles de una operación que sigue teniendo muchos puntos oscuros. Uno de ellos es el del secuestrador, Omar Saharaui, que aparece con Vilalta y Roque tras la liberación.

Mientras continúa el silencio del Gobierno en torno al rescate, continúan trascendiendo detalles de una operación que sigue teniendo muchos puntos oscuros. Uno de ellos es el del secuestrador, Omar Saharaui, que aparece con Vilalta y Roque tras la liberación.

Omar Uld Sid'Ahmed Uld Hame, alias Omar Saharaui, es el individuo que secuestró a Gámez, Roque y Vilalta y se convirtió en la moneda de cambio para conseguir finalmente su liberación, según todos los indicios. Saharaui fue detenido el pasado mes de febrero en Mauritania y fue condenado a doce años de cárcel, si bien en el juicio se llegó a pedir cadena perpetua para él. En el transcurso del mismo, trascendió también que cobró 15.000 euros por el encargo de Al Qaeda en el Magreb, una cifra insignificante en comparación con los siete u ocho millones de euros pagados por el rescate, según han publicado diversos medios de comunicación.

Todo cambió radicalmente hace pocos días. Saharaui obtuvo la extradición a su país, Malí, una medida que según ha quedado demostrado, ha significado su puesta en libertad. Este martes el Ejército maliense reconocía que no sabían donde se encontraba. Después, la agencia mauritana de noticias difundía unas imágenes de los instantes finales del secuestro en las que aparecían, en el mismo vehículo, Roque, Vilalta y el propio Saharaui, en el puesto del conductor.

Por si faltaba algún dato para constatar que el secuestrador de los españoles es ya un hombre libre pese a que se logró arrestarle, el propio Saharaui habló con France Press tras la liberación. En declaraciones a la agencia, dejó claro que vino "a Mali libre" y apunta que tras conocer la sentencia, agentes mauritanos le comunicaron que "pronto iba a ser libre". El 16 de agosto, fecha de la extradición, se le comunicó de nuevo, declaró, que "el asunto estaba acabado". Su paso por prisión fue, pues, fugaz.

La propia agencia da algunos detalles de la vida de este individuo, que intenta dejar claro en la entrevista que él no tiene nada que ver con Al Qaeda. "Yo hago negocios. Si uno le vende algo a un miembro de Al Qaeda en el Magreb Islámico, no quiere decir que uno también forme parte de ellos. Yo soy un hombre de negocios". Cuenta la agencia que Saharaui está clasificado por su país como un "traficante de cigarrillos y de inmigrantes clandestinos". "Alguien capaz de hacer cualquier cosa por dinero", resumen.

Cuentan que, aunque nació en Mali, su familia es originaria de Mauritania y conoció a su mujer, saharaui, en uno de sus "viajes" de negocios a campos de refugiados de Argelia. Ese es el motivo de su apodo.

Por otro lado, El Confidencial Digital habla de otra contraprestación por la liberación que hasta ahora habría pasado inadvertida. Cuenta el diario digital, citando fuentes diplomáticas, que el Ejecutivo habría incluido a Burkina Faso en el grupo de países que reciben ayudas al desarrollo como pago, también, por el fin del secuestro. Este país no figura, como recuerda el diario, en el amplio grupo de naciones que perciben estas ayudas, por lo que el Ejecutivo se habría saltado sus propias directrices para poder hacer receptor a al país africano.

Fuentes diplomáticas concretan que Burkina Faso fue incluida en el grupo de países con "asociación focalizada", que pueden recibir grandes cantidades de dinero por circunstancias puntuales, como desastres naturales o hambrunas, y que no son fiscalizadas detalladamente. Recuerda el diario, por último, que uno de los mediadores, Mustafá Ould Liman Chafi, es consejero personal del presidente de Burkina Faso.

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