LD (EFE) En un año, según se ha impuesto de plazo el primer ministro israelí Ehud Olmert, deberá alcanzar un acuerdo definitivo con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) sobre "todos los asuntos fundamentales" del conflicto.
Entre esos temas se encuentran la fijación de fronteras, el problema de los refugiados, el reparto de fuentes de agua y la cuestión de Jerusalén, que en el pasado han bloqueado las negociaciones por no ponerse las partes de acuerdo.
Fuentes israelíes dijeron al diario Haaretz que el plazo que se ha fijado Olmert se desprende de la urgencia que el conflicto palestino-israelí tiene para EEUU, donde el presidente George Bush concluirá su mandato en enero de 2009. Las elecciones estadounidenses se celebrarán en noviembre de 2008, y el primer ministro israelí aspira a llegar a un acuerdo con los palestinos para esa fecha.
Entre las razones, el rotativo destaca las promesas que Bush hizo a Israel en el pasado, entre ellas, la de que se tendrá en cuenta la realidad demográfica a la hora de fijar fronteras y la de que los palestinos deberán desmantelar las organizaciones terroristas antes de declarar su estado. "Nunca tendremos un Gobierno (en EEUU) más cómodo", dice una de las fuentes israelíes citando a Olmert.