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Olmert dice que "no hay ni habrá alto el fuego" hasta que Hezbolá se retire del Líbano

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, reiteró que no habrá alto el fuego con la milicia terrorista libanesa Hezbolá en los próximos días. "No hay alto el fuego y no habrá alto el fuego", declaró en una comparecencia de prensa difundida por medios de comunicación israelíes. Olmert aseveró que Israel "continuará luchando" contra la organización terrorista, de la que dijo, "no podemos permitir que sigan fabricando más morteros ni más misiles". Estas declaraciones contrastan con el optimismo mostrado por Condoleezza Rice en Jerusalén que señalaba que esta semana podría conseguirse un alto el fuego. Según informa el Jerusalem Post desde que comenzaron las operaciones el ejército israelí ha eliminado a unos 200 terroristas de Hezbolá y ha mermado seriamente el número de lanzaderas y morteros de los terroristas.

LD (Agencias) Las Fuerzas Armadas de Israel mantendrán las operaciones militares en el Líbano contra Hezbolá hasta que los terroristas entreguen a dos soldados secuestrados y el Ejército libanés se despliegue en el sur del país. Así lo han manifestado este lunes tanto el primer ministro, Ehud Olmert, como el ministro de Defensa, Amir Peretz.
 
Ehud Olmert  dijo que "El Ejército sigue luchando por aire, mar y tierra y en estos momentos brigadas del Ejército avanzan en el sur del Líbano para eliminar las infraestructuras del terror", agregó entre los aplausos de los alcaldes del norte de Israel, afectados por los ataques diarios desde el Líbano. Y reiteró que los ataques israelíes no pararán hasta alejar a Hezbulá de la frontera con Israel y recuperar a los soldados israelíes cautivos en el Líbano. "La guerra terminará cuando la amenaza (del disparo de cohetes desde Líbano) haya desaparecido, nuestros soldados capturados vuelvan a casa sanos y salvos, y vosotros podáis vivir en paz y seguridad", explicó.

 En su discurso en Jerusalén, Olmert subrayó que Israel lucha por su existencia y sus habitantes por vivir vidas normales. "No renunciaremos a nuestro derecho a vivir vidas normales", apuntó. Asimismo, alabó a los "valientes soldados" e instó al pueblo israelí, en particular aquellos víctimas de los ataques de Hezbolá, a mostrar "paciencia y determinación".

También se dirigió al pueblo libanés. "Os habéis convertido en rehenes de la organización asesina de Hezbolá", que a su vez "sirve a los intereses de otros pueblos, principalmente Siria e Irán", dijo. "Vuestro enemigo no es Israel sino el (dirigente de Hezbolá, el) jeque (Hasan) Nasrala", añadió. Y reiteró que "no luchamos contra el pueblo libanés, luchamos contra terroristas".

Una vez más, el primer ministro lamentó la muerte de más de cincuenta libaneses en un ataque aéreo israelí contra un bloque de apartamentos en la ciudad libanesa de Qaná, y los daños contra la población en general. "Ciudadanos del Líbano nos disculpamos por el daño que hemos causado a muchos de vosotros", dijo.

 
Rice busca un acuerdo
 
Condoleezza Rice, la secretaria de Estado de EEUU, ha declarado en Jerusalén que durante la presente es posible alcanzar un alto el fuego entre Israel y el Líbano. La medida, dijo, "debe ser parte de un acuerdo de largo alcance que permita al Gobierno de Beirut tomar el control en el sur" del país donde actualmente lo ejerce el grupo terrorista Hezbolá.
 
Fuentes diplomáticas han indicado que Rice solicitará en los próximos días a la ONU, probablemente en la reunión de ministros de Exteriores de los países que forman parte del Consejo de Seguridad, que apruebe una resolución sobre un alto al fuego. En las declaraciones desde Israel la funcionaria no mencionó a Hezbolá, ni a su desarme, y tampoco se refirió a la liberación de los dos soldados israelíes secuestrados el pasado día doce, lo que desencadenó la ofensiva militar de Israel.
 
En cambio, Rice sí llamó a "un embargo de armas al Líbano", en una aparente referencia al armamento que, según EEUU e Israel, proporcionan Siria e Irán a Hezbolá. Además, la secretaria de Estado, que lamentó la tragedia de Qana, donde la aviación israelí mató a 57 civiles, entre ellos 37 niños, mencionó la necesidad de desplegar una fuerza multinacional en la frontera fijada por la ONU entre los dos países, propuesta que lleva varios días en los canales de la diplomacia internacional para conseguir un alto al fuego.
 
Israel mantendrá las operaciones
 
En un encendido debate en el Parlamento israelí, el ministro de Defensa, Amir Peretz, dijo que las Fuerzas Armadas no aceptará un alto el fuego "inmediato" si no obedece a ciertas condiciones. El ministro indicó que "como hombre de paz, os digo que no se debe proclamar un alto el fuego inmediato sin acuerdos previos", dijo en alusión a que Tel-Aviv no lo aceptará si Hezbolá no devuelve a los dos soldados que sus miembros secuestraron desde el día doce.
 
Israel, anticipó Peretz, aceptará el despliegue de una fuerza multinacional en la región fronteriza, en territorio libanés, para que pueda aplicarse la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige el desarme de Hezbolá y que el Gobierno de Beirut imponga su autoridad en la frontera de 110 kilómetros con Israel. Dijo que "no hay cambios en nuestra posición. Las Fuerzas Armadas (Tsahal) seguirán sus operaciones contra Hizbulá, y puedo decirles que ya lograron neutralizar su capacidad para el lanzamiento de misiles tierra-tierra de largo alcance".
 
Cese de operaciones aéreas
 
En el terreno militar, las operaciones aéreas israelíes en territorio libanés han sido suspendidas durante 48 horas. Antes de que entrara en vigor la orden, los aviones alcanzaron unos sesenta objetivos, entre ellos plataformas para el lanzamiento de cohetes contra el norte israelí. También fue bombardeada Yanta, a unos cinco kilómetros de la frontera con Siria, y una carretera que cruza esa ciudad.
 
La orden del cese de los ataques aéreos fue dada por el primer ministro, Ehud Olmert, por consejo del viceprimer ministro Simón Peres, informan los medios locales, y tras reunirse en Jerusalén con la Secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice a raíz de la tragedia en la aldea libanesa de Qana, donde murieron 57 civiles, la mayoría niños, en el ataque de un caza-bombardero. Oficiales de la Fuerza Aérea, que investigan el hecho, no habían descubierto aún la causa de que el edificio de tres plantas bombardeado se desmoronase siete horas después del ataque, según fuentes militares. "No sabíamos que hubiera civiles en ese edificio", dijo el coronel Amir Eshel, del comando de la Fuerza Aérea.
 
Por su parte, el jefe de operaciones de las Fuerzas Aéreas, general Gadi Aizenkot, informó a los periodistas que desde Qana Hezbolá ha disparado 150 de los más de 1.700 cohetes que han lanzado contra el norte de Israel.
 
Combates junto a la frontera
 
Al inicio del vigésimo día de operaciones, fuentes del norte de Israel informaban de que no se han producido ataques desde la noche de este domingo contra localidades de Galilea y el centro del país. Después de lo ocurrido en Qaná, los terroristas pro iraníes lanzaron 150 de sus cohetes contra el norte de Israel, algunos de los cuales causaron heridos y cuantiosas pérdidas materiales.
 
Entretanto, unidades de infantería proseguía sus operaciones zonas fronterizas para volar casamatas, trincheras, búnkeres y plataformas de lanzamiento de cohetes. Un portavoz de las Fuerzas Armadas indicó que la aviación actúo en el sur libanés en apoyo de las fuerzas terrestres que operan en la aldea de Taibe. Indicó que "no se trata de un ataque contra la localidad sino en las inmediaciones", explicó. En la zona tres militares han resultado por disparos de cohetes antitanque. La aviación israelí, por medio de octavillas, sigue aconsejando a civiles libaneses que residen en aldeas junto a la frontera con Israel que abandonen sus hogares, pues pueden verse envueltos en las operaciones militares.

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