L D (EFE) Olmert es el último de los testigos que se presenta ante los miembros de la comisión. Por motivos de seguridad alrededor del jefe del Gobierno israelí, la investigación de la comisión se llevó a cabo a puerta cerrada, por lo que la prensa no pudo acceder al lugar donde prestó testimonio el primer ministro.
Hasta ahora más de setenta testigos han prestado declaración ante la llamada Comisión Winograd, que investiga el grado de preparación de las fuerzas armadas israelíes en la frontera con Líbano, el proceso de decisión político que condujo a la guerra, y la gestión de la contienda por el Ejército y el Gobierno.
Por ella han pasado ex primeros ministros, políticos, militares de distintos rangos, y otros involucrados en la seguridad en esa zona fronteriza. Entre el 12 de julio y el 14 de agosto de 2006 Israel libró una guerra con la guerrilla Hizbolá que dejó más de un millar de muertos libaneses y 150 israelíes, además de miles de heridos a ambos lados de la frontera.
La guerra supuso un duro golpe para el prestigio del Ejército y del Gobierno israelí, que no alcanzaron los objetivos que se habían planteado –eliminar a Hezbolá como fuerza armada–, ni supieron dar una respuesta efectiva para proteger a más de 700.000 civiles que quedaron expuestos a los cohetes disparados por terroristas.
Analistas políticos aseguraron que Olmert se había preparado para el testimonio de este jueves de forma exhaustiva, ya que su futuro político depende en gran medida de las conclusiones de la comisión.
La comisión fue designada por el propio gobierno al concluir la guerra y aunque, en principio, sus conclusiones no tienen un impacto judicial inmediato, sus resultados y recomendaciones pueden llegar a costar el cargo al primer ministro.
Hasta ahora más de setenta testigos han prestado declaración ante la llamada Comisión Winograd, que investiga el grado de preparación de las fuerzas armadas israelíes en la frontera con Líbano, el proceso de decisión político que condujo a la guerra, y la gestión de la contienda por el Ejército y el Gobierno.
Por ella han pasado ex primeros ministros, políticos, militares de distintos rangos, y otros involucrados en la seguridad en esa zona fronteriza. Entre el 12 de julio y el 14 de agosto de 2006 Israel libró una guerra con la guerrilla Hizbolá que dejó más de un millar de muertos libaneses y 150 israelíes, además de miles de heridos a ambos lados de la frontera.
La guerra supuso un duro golpe para el prestigio del Ejército y del Gobierno israelí, que no alcanzaron los objetivos que se habían planteado –eliminar a Hezbolá como fuerza armada–, ni supieron dar una respuesta efectiva para proteger a más de 700.000 civiles que quedaron expuestos a los cohetes disparados por terroristas.
Analistas políticos aseguraron que Olmert se había preparado para el testimonio de este jueves de forma exhaustiva, ya que su futuro político depende en gran medida de las conclusiones de la comisión.
La comisión fue designada por el propio gobierno al concluir la guerra y aunque, en principio, sus conclusiones no tienen un impacto judicial inmediato, sus resultados y recomendaciones pueden llegar a costar el cargo al primer ministro.